Cumplir años es un sinónimo de alegría y salud. No obstante, hay ciertas edades que llevan aparejados ciertos estigmas que terminan por hacer que acercarse a ellas se convierta en un pequeño problema. En este sentido, los 40 son, sin duda, los reyes del estereotipo; y es que mientras muchos los ven como una edad ideal otros tantos hablan de esas cuatro décadas como la frontera del inicio de la crisis. Esa famosa crisis de los 40 que lleva a un buen número de ciudadanos, sobre todo hombres, a comprar coches modernos y a cambiar su forma de vestir para seguir sintiéndose jóvenes.
No obstante, hay vida más allá de los 40. De hecho, Ciudad Real es un claro ejemplo de que se puede seguir vivo una vez rebasada dicha edad; así, y aunque la situación económica no es la mejor, la provincia se mantiene joven pese a que la media de edad de sus habitantes está por encima de las cuatro décadas. En este sentido, y según indican los últimos datos publicados en el censo de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística, el ciudadrealeño medio tiene 41,6 años de edad; una cifra que se sitúa levemente por encima de los 41,5 que suma la media del territorio nacional.
Obviamente, la fecha de nacimiento reflejada en el DNI no es la misma para todos, por lo que los datos del INE también precisan en que abanico de edad se mueven los empadronados en alguno de los 102 municipios ciudadrealeños en función de su país de procedencia. De esta forma, los nacionales son casi ocho años mayores que los extranjeros y cerraron el ejercicio pasado con valores que se movieron alrededor de los 42 años y medio frente a los 34,6 que alcanzaron en 2011 las personas procedentes de otros puntos del mundo. De este modo, y pese a que la mayoría de las nacionalidades se ‘mueven’ entre los 35 y los 55 años, el censo de población y vivienda recoge casos llamativos como el de los nacidos en Bahamas, que presentan una media de edad por encima de los 74 años o los procedentes de Malta, con 2,8. Por su parte, finlandeses e indonesios son los más mayores (entre 57 y 58 años) frente a los libios que, con una media de 19,6, son los más jóvenes.
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