El campo pide revisar las concesiones de agua

Hilario L. Muñoz
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Cooperativas Agroalimentarias y Asaja señalan que la situación es favorable para el cereal o la vid, pero que habrá que esperar a la primavera para prever cosechas

Un terreno encharcado tras las últimas lluvias. - Foto: Rueda Villaverde

El episodio de lluvias de la Semana Santa, sumado a los temporales que se han sucedido desde que comenzó el año, han cambiado la cara a la agricultura de la provincia de Ciudad Real. En diciembre, la administración anunciaba recortes, ante la situación de embalses y las aguas subterráneas, avanzando al menos un 15% de reducción en el riego en varias zonas que riegan con aguas subterráneas, y ahora en abril, se avanza una campaña de riego normal para los embalses. Por este motivo, las organizaciones agrarias empiezan a pedir a la administración que dé marcha atrás y aumente las concesiones que se aprobaron hace tres meses de riego con los pozos.  

«A la vista del año de lluvias que hemos tenido, de cómo se están llenando los embalses y de cómo están empezando a correr ríos que llevaban tiempo sin correr agua, no es descabellado que tanto las masas de agua como las regantes pidamos a las confederaciones que la reducción de dotaciones que se anunciaron, que se pusieron en marcha el año pasado, se revisen», indicó a La Tribuna el director general de Cooperativas Agroalimentarias, Juan Miguel del Real. 

«Vamos a hacer un llamamiento a que reconsideren el planteamiento que tenía la Conferencia Hidrográfica de Guadiana (CHG) sobre los riegos en la cuenca», avanzó a este periódico el secretario provincial de Asaja, Florencio Rodríguez. «Vamos a exigir cero recortes en el tema del agua para los cultivos que tienen las limitaciones y que se aprobaron por el órgano del gobierno de la CHG», apuntó.

Desde Asaja, apuntan, además, a la necesidad de mejorar los embalses en la provincia, para que episodios de lluvias como los de esta semana no suponga tener que desembalsar agua. «Faltan infraestructuras para almacenar más agua y para intentar que esa agua se almacene y se recarguen los acuíferos en la zona», indicó Rodríguez. 

Campaña de cereal. Las lluvias de este final de marzo llegan en un momento clave para el campo que puede traer «un año de cosechas bastante buenas», en opinión de Juan Miguel del Real. «Es una lluvia que va a venir muy bien cuando empiece la viña a moverse y a florecer» y, «en el olivar, el agua siempre es buena». De hecho, la perspectiva es que la  campaña de cereal sea buena, aunque aún es pronto para hacer cálculos de cosecha, porque depende del calor que haga a final de primavera o las tormentas. «Hay que cruzar los dedos para que la climatología sea buena, pero lo cierto es que comparando con los dos años anteriores, las expectativas son mucho más halagüeñas», dijo el director de Cooperativas Agroalimentarias. 

«Si todo va con normalidad, puede ser un gran año» para el cereal,  señaló Rodríguez, quien puntualizó que aún se debe tener prudencia porque todo depende del calor. «Estamos viendo que grandes cosechas se han quedado en cosechas muy cortas, y donde no había problemas y se daban unas expectativas importantes, después se han frustrado», por lo que señaló que habrá que ver si hay tormentas en primavera que cambien esas expectativas. 

«Lo que sí está claro es que, a nivel general, esto es muy bueno para el campo», concluyó Rodríguez, apuntando que no solo hay agua para este año sino para los próximos y para zonas que llevan tiempo sin regar, pero además hay muchos cultivos, como los leñosos, que se ven beneficiados del agua en esta época. 

Como única nota negativa de estos días de lluvia, el director general de Cooperativas indicó que hay zonas de Guadalajara y Cuenca donde cooperativistas han señalado que tienen incluso «demasiada agua» y hay zonas encharcadas donde ciertos cultivos se han echado a perder. Igualmente, dijo que hay zonas que «pueden tener algún problema sanitario, por alguna enfermedad provocada por exceso de agua» y que conlleva que se tenga que realizar tratamientos fitosanitario no previstos hasta ahora. «Son enfermedades que tienen solución, pero lo que no tiene solución es cuando no nace la cosecha» por la falta de agua y ese aspecto se ha eliminado de la ecuación, tras años en que la sequía ha marcado el campo.