"FecirAuto llega con expectativas grandes y renovadas"

A. Criado
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El presidente de Fecir asegura que es la feria de referencia del sector del vehículo de ocasión en la región "por la expectación que genera y por el nivel de ventas, incluso en los peores momentos"

Carlos Marín, presidente de Fecir - Foto: Tomás Fernández de Moya

El pabellón ferial Ifedi de Ciudad Real hasta el domingo la Feria de Automóviles de Ocasión (FecirAuto). Una edición que se presenta con importantes novedades en la organización y con un sector que remonta el vuelo después de varios años de incertidumbre.

¿Cómo se presenta esta nueva edición?
Con expectativas grandes y renovadas. FecirAuto se ha convertido en la feria de referencia del sector en Castilla-La Mancha por el nivel de ventas y la expectación que genera. En los peores momentos, cuando había menos coches de segunda mano y los precios eran bastante altos, tuvimos un índice de ventas del 50%. Ahora que parece que el mercado se va regulando, que ha pasado la crisis de los chips semiconductores y han aumentado las ventas, sobre todo de vehículos usados, las expectativas son buenas. Y a eso hay que añadir el flamante nuevo pabellón que acoge la feria.

Esta feria vale por dos, comentó en la presentación. ¿Qué le aporta al evento la presencia de camiones y motos?
A FecirAuto hemos incorporado FecirTruck, que era una asignatura pendiente, y motos ya hemos tenido alguna edición de la mano de BMW. La feria ganará en moteros y también en transportistas, porque tenemos presencia de casi todas las marcas. Hay mucha expectación en el mundo del transporte, me han llamado muchos transportistas para preguntarme por las fechas, si se iban a exponer vehículos nuevos o usados. Como siempre dejamos que sean las marcas las que decidan, los expositores de vehículos pesados decidieron que fueran vehículos nuevos.

¿FecirTruck llega para quedarse?
Viene para quedarse, pero no sabemos aún si será como feria independiente o si se celebrará en otra fecha distinta. Yo creo que es importante tener ambas ferias unidas por el tema de la afluencia de público. Es una feria que viene para quedarse y para crecer. FecirTruck no sólo va a ser de camiones nuevos, sino que queremos ampliar a camiones de segunda mano y otros sectores como los servicios para los transportes: seguros, plataformas, software, neumáticos... En mayo estarán en el Congreso de Transportes y queremos que se incorporen el próximo año a nuestra feria.

¿Hay buenas expectativas en cuanto al volumen de negocio?
Hay buenas expectativas de venta porque hemos crecido bastante, en primer lugar, y después por el gran número de marcas de coches, camiones y motos que se van a dar cita en la feria. Muchas veces los visitantes van sin grandes expectativas de compra y de repente encuentran el vehículo que necesitan. Cuando vas ahora al concesionario, el único coche que puedes comprar es el eléctrico y ahí tienes un problema.

¿Cuántas unidades se pondrán a la venta y cuántos expositores y marcas se darán cita en el Ifedi durante estos días?
Unos 300 vehículos como mínimo, que son 50 o 60 más que en 2022. Podemos llegar a los 400 dependiendo del número de cabezas tractoras, que ocupan mucha más superficie. Tendremos más de una docena de expositores, con un total de 20 marcas, más empresas multimarcas y una firma de servicios al transporte, en concreto de maquinaria de trenes de lavado.

Los datos de 2023 del sector de la automoción invitan al optimismo.
Es cierto que ha crecido un poco más la venta de vehículos nuevos y también de usados. Por poner un ejemplo, la venta de vehículos entre uno y tres años se ha incrementado casi un 13 por ciento y el grupo de los vehículos entre cinco y ocho años, un 15 por ciento. Se está renovando la flota de segunda mano, con una mayor venta de los híbridos sobre los enchufables. Los diésel todavía representan el 56,2 por ciento del sector, van perdiendo terreno, pero muy despacio. Los agoreros que vaticinan el fin del diésel se están equivocando.

¿Cómo se está comportando el mercado de híbridos y eléctricos?
Hay mucha incertidumbre aún en relación con los eléctricos, su autonomía, el reciclaje de las baterías... A mí me han dejado coches eléctricos y es estupendo hasta que hay que enchufarlos. En casa tienes que poner un cargador y luego está el tema de la autonomía, con poco más de 300 kilómetros de media. Hay que planificar el viaje, ver dónde paras, que luego el cargador esté libre... Hay mucha incertidumbre aún y la gente está apostando por el híbrido. Creo que hasta que no llegue la pila de hidrógeno o las baterías den un vuelco no se acabará con esta incertidumbre.

¿Y el de los vehículos pesados?
El comportamiento está siendo bueno, con un crecimiento incluso mayor que en el segmento de los vehículos ligeros, de un 17 por ciento en los seis primeros meses de 2023 en relación con el mismo periodo del año anterior, para un total de 13.358 unidades. Hablamos de cabezas tractoras, vehículos rígidos y de menos de 3,5 toneladas. En la venta de vehículos de reparto ha influido mucho el tirón de la venta online y la paquetería.

¿La crisis de los chips semiconductores está ya olvidada o dando sus últimos coletazos?
Teóricamente sí. Hay muchas empresas de alquiler de vehículos que han renovado sus flotas y que han estado un tiempo sin poder hacerlo por esta crisis, al igual que el sector del taxi y las empresas de renting. Parece y espero que sí sea, aunque sigue habiendo mucha incertidumbre por el tema de las tierras raras en África.

¿Cómo está afectando el incremento del combustible al sector del transporte de mercancías por carretera? ¿Son optimistas de cara a alcanzar un nuevo acuerdo con el Ministerio?  La Asociación de Transporte de Mercancías de Ciudad Real (ATM) y la Federación de Transportes de Castilla-La Mancha, entidades que presido, forman parte de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), de la que formo parte de su Comité Ejecutivo, y nuestro vicepresidente, Carmelo González, es el presidente del Comité Nacional, que está intentando entablar conversaciones urgentes con el Ministerio de Transportes (Mitma) y ya ha expresado sus reivindicaciones por el fin de la ayuda de los 20 céntimos.

Es un grave problema porque el Brent está ahora igual que cuando se aprobó esa ayuda de los 20 céntimos y la situación para muchos transportistas es terminal. Este escenario afecta a todos, pero especialmente a las pequeñas y medianas, que representan al 86% del sector y que están en una situación crítica. Una subida tan bestial del gasoil como la que estamos teniendo con o sin subvención es la diferencia entre sobrevivir o no sobrevivir. Hablamos de una diferencia de 1.200 euros por camión, y eso es el sueldo mensual de mucha gente. Hago un llamamiento al Ministerio para que solucione esto lo antes posible porque la gente se está poniendo muy nerviosa y no se descartan movilizaciones.

En la presentación de FecirAuto hablaba de un inicio de 2024 «movido», si no se daba una solución a este problema.
No creo que esas posibles movilizaciones alcancen el nivel de las del año pasado, en las que no participó la CETM porque se consiguieron logros muy importantes. Pero claro que puede ser un comienzo de año caliente, porque nuestra gente está ya en una situación difícil. Antes de llegar a esa situación, lo que hay que hacer es sentarse, analizar todo y alcanzar acuerdos, tal y como ocurrió durante las movilizaciones, en las que, insisto, se consiguieron cosas importantes para los transportistas, como la bonificación del gasoil y la prohibición de la descarga, que era una reivindicación histórica.

¿Cómo valora la autorización de Europa para no introducir finalmente los peajes en las autovías españolas?
Fue una promesa por parte del Mitma, que nos dijo que nunca se iba a imponer sin el acuerdo con los transportistas. Es una buena noticia, pero insisto en que hay que abordar el tema de los combustibles, porque esos 20 céntimos representan la diferencia entre la vida y la desaparición para muchos transportistas.

¿Qué otras reivindicaciones tiene el sector sobre la mesa?
La dignificación del sector. Tenemos un problema muy importante por la falta de chóferes, y este problema no se va a solucionar si no se toman medidas, si no se facilita a los jóvenes, por ejemplo, que se saquen el carné a un precio asequible. Ahora está entre 3.000 y 5.000 euros, unas cifras inasumibles para la gente joven. Estamos recurriendo a chóferes extranjeros. Los de Europa están volviendo a sus países y ahora estamos mirando también a Sudamérica. El envejecimiento de las plantillas es notable y de aquí a diez años, este problema se va a agudizar.

La transición energética en el sector también preocupa. Ahora todos tenemos que ser verdes y de aquí a cinco años, se supone, con camiones eléctricos. Los camiones eléctricos apenas existen y, además, el hidrógeno está muy verde, por lo que las únicas soluciones para el transporte en la actualidad son el gasoil y el gas natural. Tengo muy claro que vamos a ver muy pocos camiones eléctricos en flotas de transporte de aquí a diez años, porque necesitamos una autonomía de 1.200 o 1.300 kilómetros y los pocos que hay están en 400, con puntos de repostaje que no existen.

Si de verdad pretendemos ir al verde y que no contaminemos, tenemos que hacer como la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha e incrementar las ayudas para el achatarramiento, para que desaparezcan los camiones Euro 4 y Euro 5 y se sustituyan por camiones Euro 6, con los que la reducción de emisiones es bestial. Obcecarse con el tema del eléctrico en el sector del transporte es darse con un muro. El mercado será el que seleccione el tipo de camión que tendremos en el futuro, con alternativas transitorias hasta que llegue ese camión eléctrico o de hidrógeno, si es que finalmente llega.