El fútbol femenino continúa creciendo y cada vez son más las niñas que apuestan por practicar este deporte. Éxitos como el reciente Mundial conquistado por la selección española son solo la punta del iceberg de un trabajo que se lleva realizando desde hace muchos años de forma casi anónima y que va dando sus frutos, no solo en la élite, sino también en la base. De la cantidad sale la calidad y lo cierto es que el panorama en apenas una década, al menos en Castilla-La Mancha, ha cambiado radicalmente.

Respecto a hace diez años las cifras no engañan. Así, en la temporada 2013-14, en interescuelas femenino había 20 equipos, divididos en dos grupos de 10, y ahora son 36 equipos, cuatro grupos de nueve conjuntos cada uno. Interescuelas femenino engloba las categorías alevín, infantil y cadete, es decir, en este curso, niñas nacidas desde el 1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2014. 

Nueve localidades de la provincia tenían representación en este torneo interescuelas en la 2013-14, por las 15 que tienen ahora, al menos, un equipo.

Jugadoras del equipo interescuelas del Manchego, antes de un entrenamiento. - Foto: Rueda VillaverdeCon la creación la pasada campaña en Castilla-La Mancha de la Liga Preferente Femenina, para evitar un salto muy grande entre la categoría regional y las categorías nacionales, esta campaña hay 50 equipos de categoría absoluta (14 en Preferente y 36 en Autonómica, que está dividida en 3 grupos de 12 conjuntos cada uno). Hace una década eran 16 equipos los que integraban el grupo único de Liga Regional Femenina. 

El salto cuantitativo es tremendo y desde la Federación Territorial se apunta a un incremento del 133% del número de licencias en estos 10 años, con 4.225 la pasada campaña y en la actualidad una cifra aún sin conocer dado que hay varias competiciones sin comenzar.

La Escuela Federada de Fútbol Base de Ciudad Real siempre ha tenido entre sus prioridades el fútbol femenino. En su estructura, que engloba desde las edades más tempranas hasta un equipo sénior en Liga Regional, hay casi un centenar de niñas y jóvenes. «El gran cambio para nosotros quizá llegó hace tres años, que sí notamos un repunte», asegura Juan Antonio Cruz 'Kodro', que ejerce como técnico de los tres equipos íntegramente femeninos que tiene la Escuela, que en este curso no ha registrado grandes variaciones.

El Club Deportivo Manchego cuenta con cerca de 40 niñas, una decena más que el año pasado, a pesar de que este año no saca a competir equipo sénior, por lo que el crecimiento está claramente en la base. 

El entrenador del equipo mancheguista de interescuelas es Antonio Flores y asegura que «las chicas jueguen al fútbol se ha normalizado, cada vez hay más equipos y más gente que las apoyan. Transmiten más concentración y entusiasmo, tienen más ganas de aprender», asegura. 

Kodro comparte esa idea:  «Las niñas son más emocionales y no tan competitivas como los niños. Son más generosas, atentas y agradecen más tu trabajo. El fútbol femenino es más enriquecedor», añade.

Naiara Martín y Lucía González son dos de las jugadoras del equipo alevín de la Escuela y aconsejan la práctica del fútbol «porque nos divertimos y hacemos muchas amigas. Venimos a divertirnos y no a ganar, y tenemos un entrenador que nos enseña muy bien, es muy buena gente».

En el bando mancheguista, Paula Encinar, Blanca Gijón y Amaya Jiménez aseguran que «nos lo pasamos muy bien y aprendemos mucho». 

Tanto Cruz como Flores destacan que el apoyo de las instituciones y de la Federación es crucial en este salto de calidad. En este sentido, hace dos semanas se firmaba también un convenio de colaboración entre la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha y la Universidad regional, de tal forma que la UCLM va en el nombre oficial tanto de la Liga Preferente como de la Autonómica, buscando así sinergias y que estas futbolistas apuesten por cursar sus estudios universitarios en esta tierra.

Las niñas se confiesan seguidoras de Olga Carmona y Alexia Putellas, sus grandes referentes. «Nuestro sueño es ser como ellas», afirman, a la vez que consideran un orgullo haber ganado el Mundial. Además, aseguran no entender cómo hace sólo diez años, niñas con su edad tenían muchas más dificultades. «Si somos iguales, también lo somos en el fútbol», sentencian.