Seat confirmó ayer que equipó en su factoría española 700.000 vehículos con los motores diésel EA189, que incorporan el software diseñado para manipular las emisiones de gases contaminantes, lo que supone un 6,3% de los 11 millones de coches afectados de todo el Grupo Volkswagen.
Estos 700.000 vehículos se comercializaron por la red mundial de Seat y actualmente se está determinando cuántos de ellos se vendieron en cada mercado, según destacó la compañía.
El grupo Seat y Volkswagen-Audi España ordenaron a la dirección de sus concesionarios la suspensión temporal y paralización de la venta en el mercado nacional e internacional de 3.320 unidades de las marcas Seat, Volkswagen, Audi, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales equipados con los motores diésel investigados y sujetos a la normativa europea.
La filial española recordó que el consorcio alemán está investigando si existieron desviaciones en relación a la legislación europea sobre emisiones y también que está trabajando para implementar las medidas oportunas para eliminar estas irregularidades, sin ningún coste para los clientes.
Los propietarios de los coches afectados serán citados a los centros autorizados de servicio para realizar las medidas de revisión técnica correspondientes.
Asimismo, la compañía lanzará una página web donde los clientes puedan obtener una respuesta directa a sus preguntas y Seat está preparando un motor de búsqueda dentro de la propia web para que los clientes puedan conocer si su motor está afectado.
La automovilística de Martorell, en Barcelona, remarcó que todos los modelos nuevos de Seat en la Unión Europea equipados con los motores EU6 cumplen «sin excepción» con todos los requisitos legales e insistió, además, en que todos son seguros.
Volkswagen Turismos anunció el pasado viernes que unos 5 millones de unidades de su marca estaban afectados por este problema, mientras que también hay 2,1 millones de unidades de Audi, 1,2 millones de Skoda y 1,8 millones de Volkswagen Vehículos Comerciales.
En este contexto, el ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, comunicó ayer que el Gobierno reclamará de inmediato a Volkswagen la devolución de todas las ayudas recibidas dentro de los planes por eficiencia energética, el conocido como plan PIVE, que subvencionó la compra de automóviles. En concreto, el ministro cuantificó en 1.000 euros los que serán exigidos a la marca, ya que se trata de una ayuda que procedía directamente de los Presupuestos Generales. Por el contrario, no le será reclamado ninguna indemnización a los consumidores, ya que «fueron engañados en su buena fe de haber comprado un vehículo que creían más eficiente ambientalmente».
«A la empresa no le pareció mal la reclamación, ya que hay un reconocimiento explícito de que se procedió a instalar un software que no medía correctamente la emisión de gases», subrayó Soria.
ACTUACION PUNIBLE. La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, calificado de actuación punible y de «delito» la manipulación de las emisiones de los motores diésel de los vehículos de Volkswagen y argumentó que el caso del ‘gigante’ alemán constituye el contra ejemplo de lo que significa la transparencia en una empresa y la importancia de la Responsabilidad Social Corporativa.