Un problema en los plazos se ha convertido en una oportunidad para seis futuros policías locales de conocer mejor su trabajo antes de ejercerlo. Lo normal es que el proceso se haga de tal modo que quienes lo aprueben firmen su contrato, en prácticas, y se vayan a Toledo a la Escuela de Seguridad Ciudadana, donde se formarán para regresar a su localidad de destino y ejercer como policías. En la última convocatoria de Ciudad Real, los plazos se fueron retrasando y han provocado que el 16 de junio se incorporaran estas personas a su puesto sin la posibilidad de ejercer y sin cursos que puedan hacer. Por este motivo, el servicio municipal ha optado por dedicar estas semanas a su formación práctica en conceptos de seguridad como la detención, la ley de seguridad ciudadana o los torniquetes.
«Nosotros hemos pretendido darles la base, los cimientos, que son la ética y la deontología», explicó el subinspector de la Policía Local de Ciudad Real, Elías Carrión. Además, estos agentes, que luego deberán superar el test de la Escuela de Seguridad Ciudadana, sin su aprobado no serán policías, se llevarán aprendido cómo rellenar actas, el uso del equipamiento con el que cuenta la policía local para tomar sonidos o hacer las pruebas de alcoholemia y alcohol. De este modo, los días de estos futuros agentes de la Policía local se parten entre prácticas en entornos reales, como las que han realizado esta semana sobre control de masas y de tráfico, y la teoría en la Superintendencia. A partir del 15 de julio saldrán a la calle, acompañando a agentes y «a observar». «Van a ser aventajados al resto de compañeros cuando lleguen al proceso formativo, porque saben qué les espera después», indicó el subinspector.
De 20 a 50 años
«Esperábamos empezar la formación académica y acabar las prácticas para que a final de año tener ya la placa, por así decir, y ser uno más», explica Carlos, el más joven de los cinco agentes en prácticas. Reconoce que están aprendiendo «bastantes cosas», con una formación «muy buena y muy práctica para lo que es el día a día». A sus 20 años y tras presentarse casi una decena de veces a las oposiciones, cuenta con un puesto fijo en la Policía Local. «Desde pequeño tenía decidido ser policía porque lo he visto en casa, mi padre también es del cuerpo». Por este motivo, cuando acabó Bachillerato, se puso a estudiar la oposición. Con plaza y tan joven dice que «siente tranquilidad» al ver el futuro asegurado, aunque sea una profesión de mucho riesgo. La segunda por edad, con 25 años, es Bárbara. Ella llega a la Policía Local tras hacer Derecho. En su caso, esta ciudadrealeña tenía claro que le gustaría trabajar en la capital y planteándose opciones, pensó que «la Policía Local era la mejor». Recuerda que tras tantos procesos su objetivo era entrar en la Policía local, sin pensar cuándo empezar a ejercer.
Practicar antes de ejercer como policía - Foto: Tomás Fdez. de MoyaLos otros tres agentes de prácticas son Miguel Ángel, José Antonio y Carlos, todos treintañeros. Tras varios años opositando, dejando en algunos casos su trabajo en empresas privadas se plantearon esta posibilidad. «Tenía un trabajo anterior que no me terminaba de llenar, la verdad», explica uno; mientras el resto asiente cuando recuerdan que este tiempo su familia ha opositado con ellos para lograr la plaza. «Ahora se abre un mundo totalmente diferente, porque una vez entras aquí, no tiene nada que ver con la perspectiva que tienes de fuera», cuando se oposita.
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Practicar antes de ejercer como policía
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A ellos se suma el mayor del grupo, Enrique, que a sus 50 años, con 15 ejerciendo de agente de Movilidad, participó en un proceso de Promoción Interna. «Cuando vayamos a la formación, llevaremos una base buena», recordó, mientras explicaba que estos días de formación está aprendiendo que tras la Policía Local hay «un mundo que es mucho más de lo que se ve desde fuera».