El lujo pierde glamur

Carlos Cuesta (SPC)
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Las marcas más exclusivas están registrando este año una pérdida de ventas que pasa del 20% a menos del 10% por la subida de los precios

El lujo pierde glamur

Los grandes grupos empresariales del lujo no ocultan su preocupación a nivel mundial y nacional ante el descenso de ventas con el que cerraron este último verano temiendo, además, que la campaña de Navidad de este año tampoco alcance los niveles previstos de facturación y beneficios en sus presupuestos anuales.

El volumen de ventas de las marcas del sector más exclusivo está lejos del 20% que venía computando desde 2020 a 2022 y ha descendido este año entre el 5% y el 10%. Las cifras que se manejan revelan que los compradores habituales que cuentan con un alto poder adquisitivo han frenado sus hábitos de consumo después de tres años con unos resultados récord en los que se registró un repunte del gasto a nivel mundial. 

Según los últimos datos que aportan los establecimientos que atienden a las grandes fortunas, los ingresos del sector del lujo experimentaron un alto crecimiento de un 20% anual desde 2020, mientras la media histórica de 2010 a 2021 venía siendo de entre un 6% y un 8% que se consideraba un buen resultado.

Los expertos aseguran que el descenso de ventas de las marcas más exclusivas y prestigiosas comenzó en Estados Unidos y se fue propagando después por Europa y Asia con la única excepción hasta el momento de Japón, que lleva una línea ascendente.

En este contexto, las firmas instaladas en las conocidas millas de oro de las ciudades más importantes del mundo como Gucci, Prada, Chanel, Louis Vouiton, Rolex, Dior, Tiffany, Loewe, Hermès, Richemont y Kering están cambiando de estrategia para recuperar las ventas de su cartera de clientes. 

La llamada tradicional que venían realizando como estrategia comercial para invitarles a conocer sus novedades de cada temporada y que les permitía cumplir con holgura sus objetivos ya no funciona tan bien, a pesar de ofrecerles descuentos interesantes por su fidelización.

Los expertos no tienen ninguna duda de que el gasto en artículos de lujo se está viendo afectado por el enfriamiento que está sufriendo la economía no solo tras la pandemia, sino también, tras la guerra de Ucrania y, de cara a los próximos meses, por el conflicto israelí.

Los consumidores de este tipo de artículos aseguran que los precios se han disparado en los últimos dos años y que las perspectivas de sus economías han hecho que hayan recortado los gastos. En la actualidad, las compras no son ya tan espontáneas sino que se buscan productos refugio que no se deprecien en el corto plazo tanto como puede ser un bolso, una prenda de vestir o una determinada joya.

Una situación que ha ocasionado un aumento de la demanda de materias primas como el oro, la planta, el platino, rodio, paladio, iridio, los diamantes o las perlas y ha provocado un encarecimiento mayor de los precios, a la vez que se han mejorado sus productos con diseños más sofisticados que aportan un mayor valor añadido.

En otros casos, se da la circunstancia de que marcas como Rolex o Loewe están potenciando artículos muy clásicos que solo sirven bajo pedido y los plazos que dan pueden superar el año.

Lo mismo ocurre con ciertas prendas de vestir, bolsos y complementos que cuentan con colecciones de artículos muy demandados que no se pasan de moda o que se han hecho muy populares y demandados bien por llevarlo personajes relevantes muy famosos a los que quieren imitar o por que figuran entre los productos mejor valorados por coleccionistas y clientes que buscan la exclusividad. 

Ajuste del mercado

Los datos provisionales apuntan a que los múltiples factores que influyen en este mercado de lo exclusivo se van a dejar notar en el resultado anual por el encarecimiento de los artículos, el menor poder adquisitivo y, como explican los economistas, por el factor de moderación de las grandes fortunas que, ante una situación económica de incertidumbre, prefieren pasar desapercibidos. 

La gran incógnita es si este ajuste ha venido para quedarse o si, simplemente, es algo temporal.