Carrión arropa a su patrona

Ana Pobes
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Los carrioneros vivieron ayer el momento más emotivo de sus fiestas patronales • La Virgen de la Encarnación fue trasladada desde su santuario a la ermita a hombros y golpe de tambor por 30 personas distribuidas en cinco relevos

Miles de personas acompañaron a la patrona desde el santuario a la ermita de San Antonio. / - Foto: PABLO LORENTE

Miles de personas arroparon ayer a la Virgen de la Encarnación, patrona de Carrión de Calatrava. Con puntualidad británica, a las cinco en punto de la tarde, ni un minuto más ni un minuto menos, la Virgen llegaba a la ermita de San Antonio Abad desde el santuario de su mismo nombre. Aproximadamente seis kilómetros en los que la patrona es portada por hombres y mujeres (la igualdad llegó en el año 2000 a esta tradición) mediante sorteo, en concreto por 30 miembros de la hermandad. Repartidos en cinco relevos y a ritmo de tambor, los portadores trasladan a la Virgen a su casa a paso rápido (en algunas ocasiones casi corriendo) y siempre entre el calor y la devoción de sus vecinos y forasteros llegados desde distintos rincones de España y de la comarca.

Una serpiente de gente se divisa a lo lejos. Son los que van acompañando a la Virgen durante su recorrido, muchos devotos que año tras año acuden a la cita para darle una cálida bienvenida. Es el día grande de las fiestas patronales. Es el día de la patrona.

Frente al camposanto, la primera parada antes de dirigirse a la ermita de San Antonio Abad. Es el momento en que los portadores levantan a la Virgen mirando hacia el cementerio para recordar a los carrioneros que no están pero que siguen permaneciendo en el corazón de la patrona. Entre tanto vítores y aplausos y multitud de 'Viva la Virgen de la Encarnación! A la puerta, miembros de la junta directiva de la hermandad, junto con el sacerdote de Carrión de Calatrava, Alejandro Molina, la alcaldesa del municipio, Ana María López, y el pregonero de las fiestas de este año, Adrián Fernández, carrionero y alcalde Malagón, además de la reina, dama y zagales de las fiestas, y que esperan a la patrona para acompañarla hasta la ermita de San Antonio Abad. Es la segunda parada de la patrona, donde aguarda su viaje hasta la iglesia del pueblo, donde permanecerá 45 días.

Los portadores mantienen en alto a la Virgen ante las puertas del cementerio./
Los portadores mantienen en alto a la Virgen ante las puertas del cementerio./ - Foto: PABLO LORENTE
Con los cohetes y la salve de fondo, la patrona llega a la ermita. Una vez allí, la imagen es vestida para la procesión que se celebra más tarde, a las 21.00 horas, con la salida desde la propia ermita hasta la iglesia del pueblo. Se le ponen las andas de plata y se «le viste de gala» para hacer su entrada triunfal en el pueblo, comenta Teresa Sobrino. Es una de las devotas de la Virgen, y no la única. Muy cerca de ella se encuentra Juliana Sánchez, conocida en el pueblo como 'nana'. Asegura que vienen acudiendo al encuentro desde niña, pues tan solo faltó el año pasado por el fallecimiento de una tía, comenta con los ojos llorosos.

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