¿Qué se pretende conseguir con esta candidatura de coalición de cara al 28M?

Intentamos conseguir ilusionar a la ciudadanía, a la que puede estar descontenta con políticas, tanto estatales como más locales, y que le cuesta elegir a quién encarga su representación. Eso sucedió con Ganemos en Ciudad Real, que hubo muchas personas que no se fiaban de la política y no votaban, pero fue por esa ola de cambio que hubo a partir del 15M y sí que conseguimos movilizar el voto de la abstención. Creo que es una tarea de todos y cada uno de los partidos políticos que nos presentamos, el conseguir representar a todos los ciudadanos. Queremos reanimar a la gente en su interés por la política. No podemos ser pasotas de la política, porque como se dice, quien pasa de la política, al final la política pasa de uno. Queremos contribuir a que la gente vuelva a creer en la buena política al servicio de las personas.

¿Qué ha sido lo más espinoso hasta lograr el acuerdo de coalición?

Si queremos ser transparentes, ha sido un poco la pugna por ver quién podía encabezar la candidatura, que fuese la persona más conocida. En realidad ha sido eso, porque luego en cuanto al programa no había grandes diferencias. Es verdad que con Más Castilla-La Mancha el acuerdo se consiguió en 20 minutos, y bien, y con una disposición al trabajo desde el primer momento, colaborando. Cuando confrontamos o, digamos, intentamos acordar con otro partido fuerte como es Podemos, que tiene una marca y movilizó en su momento a una buena parte de la ciudadanía desilusionada, les ha costado reconocer que, dentro de los equilibrios de los acuerdos regionales, la persona que proponíamos nosotros, que soy yo desde Izquierda Unida, era más conocida en la ciudad, ya que yo he vivido aquí media vida y me encuentro con la disposición personal ahora de trabajar para la ciudad, incluso desde la primera línea. Estamos dispuestos incluso a gobernar, ¿por qué no?

¿Tienen encuestas de los concejales que pueden conseguir?

Encuestas no tenemos, pero creemos que de verdad, si la ciudadanía quiere que haya un cambio en la ciudad, un cambio más al servicio de las personas y más hacia el equilibrio entre los barrios de nuestra ciudad, para que no haya tantas diferencias entre el centro y la periferia y los anejos, deben creer en nosotros porque estamos viendo que eso es lo que urge ahora, reducir la desigualdad social lo máximo posible. Estamos dispuestos a gobernar y queremos ser influyentes en la ciudad. No podemos conformarnos con un concejal o dos porque ya hemos visto lo que ha pasado, que con dos ediles de Unidas Podemos en esta legislatura la ciudad ha vuelto atrás, mientras que de 2015 a 2019 se lograron avances en participación, se logró la progresividad fiscal para que hubiera más redistribución de la riqueza en la ciudad, se mejoraron los servicios sociales, que ahora están otra vez un poco atascados. La gente tiene que darse cuenta de que el PSOE pactando con Ciudadanos no consigue que la ciudad avance social ni económicamente.

Ganemos influyó, pero no gobernó, ¿cree que eso le pasó factura?

Puede ser, pero lo sometimos a votación en la plaza del Pilar, una votación ciudadana de si entrábamos o no a gobernar con el PSOE. Veníamos de una etapa en que era muy crítica y suscitaba muchas dudas el pactar con un partido de toda la vida, digamos del régimen.

¿Podría haber sido hasta alcalde o alcaldesa algún edil de Ganemos?, teniendo en cuenta lo que ha pasado con Ciudadanos y sus tres concejales...

Podría haber sido el caso, sí. Pero no había esa confianza. Creo que estábamos en ese ambiente de reserva, de la duda de entrar en el mecanismo de sospecha respecto a los grandes partidos, y entonces se vio que era mejor influir desde fuera, un pacto de investidura, pero no de gobierno.

Si son influyentes tras el 28-M, ¿entrarían a formar parte del equipo de Gobierno?

Tendríamos que someterlo a la asamblea ciudadana que emana del acuerdo que hemos firmado Izquierda Unida, Más Castilla-La Mancha y Podemos, pero creemos que sí, que llegaríamos a un acuerdo de gobierno, ¿por qué no? Un programa de gobierno evitando políticas más de derecha, favorecedoras de las fortunas más ricas. Nosotros, por ejemplo, no queremos bajar impuestos por bajar impuestos, no estamos dispuestos a subirlos, pero no podemos bajar impuestos mientras haya necesidades sociales que no estén cubiertas, como puede ser más personal en los servicios sociales ante el atasco que hay ahora. Bajaríamos impuestos, por ejemplo, si consiguiéramos, mediante ese acuerdo de gobierno, revertir la gestión pública directa de servicios que están privatizados en el Ayuntamiento, como la limpieza, parques y jardines o la ayuda a domicilio. Ahí abogamos por la gestión directa que mejore las condiciones de los trabajadores y abarate el servicio para los ciudadanos.

Ya se intentaron esas remunicipalizaciones en la legislatura de 2015 a 2019 y levantó muchas espinas, ¿lo intentarán de nuevo?

Sí. Hubo dificultades jurídicas y es verdad que se nos pudo acusar de timoratos, pero ahora mismo hay un cambio normativo que viene de Europa y que indica que no se puede consentir tal temporalidad y tal incertidumbre. A pesar de que hay acuerdos que ayudan, las condiciones de estos trabajadores nunca van a ser las de la propia administración y eso nos parece tan sangrante y tan desigual que no podemos consentirlo. Ahora parece que los vientos jurídicos corren más a favor de la subrogación, mientras que en su momento los informes de intervención nos decían que teníamos que hacer un proceso selectivo y había que hacerlo ya y creemos que eso ahora se puede demorar en el tiempo, se puede permitir que no se genere incertidumbre en las personas trabajadoras de esos servicios, aunque reviertan directamente al Ayuntamiento, y puedan mantenerse en su puesto de trabajo. En la anterior etapa plantearon subir el IBI a las viviendas vacías y ahora se sabe que hay 14.000... Sí, lo planteamos, pero no alegremente, sino que nosotros lo que queremos es que esas viviendas vacías vuelvan al mercado del alquiler, no es subir por subir, no es un castigo, es decir: 'Bueno, pues vamos a de alguna manera a intentarlo desde el Ayuntamiento, porque el Consistorio de Ciudad Real se ha quedado sin vivienda pública de alquiler'. O sea, no se está contribuyendo desde el sector público en nada a controlar los precios del alquiler.

¿Qué balance hace de la gestión municipal durante este mandato?

Es una gestión un poco anodina en cuanto a que se ha perdido en participación ciudadana o en el Consejo de Cultura, el Consejo Audiovisual, el Consejo Local de la Mujer o el Consejo Social de Ciudad. Se ha abandonado el trabajo con los sindicatos del Ayuntamiento y falta personal en limpieza. Ciudad Real no termina de ser la ciudad limpia que todos quisiéramos y los turistas quisieran también.