Las noticias sobre el estado del piloto de Fórmula Uno Jules Bianchi, accidentado el pasado domingo en el Gran Premio de Japón, llegan con cuentagotas, aunque se conoce que el piloto sigue entre la vida y la muerte, en «estado crítico pero estable», según explicó ayer un portavoz de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
El representante del organismo automovilístico transmitió esta información a los medios de comunicación que siguen haciendo guardia en el Mie General Hospital, donde Bianchi está ingresado desde su accidente. Según explica Sky Sports, los padres del piloto, que ya han llegado al recinto hospitalario, dieron su consentimiento para transmitir las últimas novedades sobre el estado de su hijo.
El mismo medio, así como la radio francesa RMC, aseguraron que el estado de salud del galo es un poco más crítico después de la operación de urgencia a la que fue sometido el mismo día de la carrera, por lo que el piloto respira ahora de manera artificial. Asimismo, resaltaron que el piloto de Marussia ha sangrado de nuevo por la cabeza, lo que podría haber motivado incluso una segunda cirugía. Sin embargo, ninguno de estos extremos fue confirmado por el entorno del galo.
Horas antes, la escudería rusa pidió «paciencia y comprensión» sobre el escaso flujo informativo acerca del estado de salud de Bianchi «respetando los deseos» de la familia.
«Junto a los cuidados de Jules, ellos permanecerán como nuestro prioridad más alta», señaló el equipo en un comunicado, donde agradeció «la gran muestra de apoyo y afecto a Bianchi y a la escudería en este momento difícil».
En este sentido, Marussia solicitó «paciencia y comprensión» a la hora de conocer «las actualizaciones médicas», las cuales serán comunicadas «de forma conjunta con el Centro Médico General Mie en la ciudad de Yokkaichi, donde el francés está ingresado, «cuando lo consideren apropiado».
cuestionan la seguridad. El grave accidente del francés ha reabierto de nuevo el debate sobre la seguridad. Algunos pilotos y representantes de equipos se quejaron tras la prueba en Suzuka de la mala visibilidad, pues la caótica carrera bajo la lluvia estaba aún en pleno desarrollo cuando las condiciones de luz decayeron.
«Pusieron fin a la carrera demasiado tarde», criticó el brasileño Felipe Massa (Williams). El ingeniero del equipo británico Rob Smedley comentó que las condiciones de luz fueron las más oscuras que él había presenciado de los 15 años en que llevaba en el ‘Gran Circo’.
Las extremas condiciones del Gran Premio japonés eran previsibles. Primero, porque incluso con buen tiempo, el sol en Suzuka se pone hacia las 17,30 horas, por lo que una carrera que empieza a las 15,00, si sufre interrupciones, como sucedió el domingo, puede llegar muy justa de luz al final. Segundo, porque, en esta ocasión, los primeros signos del tifón ‘Phanfone’, sobre el que el servicio meteorológico llevaba advirtiendo todo el fin de semana, aún empeoraron más las condiciones.
No obstante, el accidente de Bianchi fue una concatenación de sucesos negativos: lluvia, mala visibilidad, la grúa y, además, el hecho de que el francés impactó justamente en la parte trasera del vehículo tractor.