Antonio Caba, el empresario detenido junto con otro hombre por su presunta relación con la desaparición de Juan Miguel Isla en Manzanares en julio pasado, está investigado también por otra desaparición en 2019 en la misma localidad. El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, aseguró ayer que no se descarta que el caso de Isla tenga relación con otra desaparición sin resolver en 2019, fecha en la que Jesús María González, otro empresario afincado en Manzanares, desapareció poco después de la cita en la que Antonio Caba, el mismo hombre que tres años después se citó con Juan Miguel Isla antes de desaparecer sin dejar rastro, hizo también de intermediario. «No se descarta que ambas desapariciones estén relacionadas», manifestó Tierraseca.
Hace unos meses, Dionisio Pérez Muñoz, el abogado de la familia de Jesús María González, señaló, en declaraciones a La Tribuna de Ciudad Real, que conocieron esta similitud al abrirse el secreto del sumario del caso. «Había vendido dos coches» e iba a cobrar en el momento de la desaparición. «A los dos o tres días vino su hermano, que estaba en el extranjero, comprueba que no le contesta al móvil desde ese día y denuncia la desaparición», ante la Guardia Civil. Las actuaciones permanecieron «secretas», pero ya no lo están, y se ha dejado actuar a la Guardia Civil pensando que «seguirían alguna pista que diera resultado positivo de encontrar el cuerpo o al autor de la desaparición», comenta Pérez Muñoz.
Juan Miguel Isla, de 58 años, desapareció de Manzanares el 22 de julio de 2022, cuando se disponía a cobrar 50.000 euros por la venta de una finca en La Solana. Su vehículo, que tampoco se localizó cuando se perdió la pista del hombre, fue encontrado a finales de enero en un descampado de Albacete, tras pedir la Guardia Civil colaboración ciudadana a través de las redes sociales.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Manzanares, que es el que instruye la causa de la desaparición de Isla, decretó ayer el secreto del sumario después de que este martes aparecieran restos humanos en una finca agrícola, que no se han identificado todavía. Todo apunta, eso sí, que son de Juan Miguel Isla, ya que, según ha podido saber La Tribuna, se han encontrado en el pozo algunas prendas del empresario en paradero desconocido desde hace ocho meses. Los resultados de la autopsia se conocerán a lo largo de esta semana y serán claves para identificar a la víctima y esclarecer las causas de su muerte. Como también será clave el testimonio del otro detenido, Gaspar, un septuagenario.
Por segundo día consecutivo, efectivos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (Geas) y del grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil continuaron ayer trabajando en el pozo, de unos cuatro metros de profundidad, en el que se hallaron los restos humanos. Los efectivos, con la colaboración de los bomberos, realizaron labores de drenaje para sacar toda el agua y «recuperar así todos los elementos que se hallen en su interior de interés para la investigación», como informó la Guardia Civil a través de una nota de prensa. De hecho, aparecieron más restos. Durante los días en los que se han llevado a cabo los registros ha estado presente el detenido, a quien se le describe como una persona fría y muy segura de sí mismo.
Fuentes de la investigación confirmaron que en la finca donde aparecieron los restos «por ahora han terminado» los trabajos. En la operación puesta en marcha han participado agentes de la Guardia Civil de la provincia, la USECIC, a los que se sumaron los de la UCO, «que ha participado con nosotros bastante tiempo», GEAS, cuerpos de montaña, servicio aéreo y Criminalística, «tanto de la Comandancia como de fuera», explicaron desde la Guardia Civil de Ciudad Real.
Durante los próximos días se prevé que se lleven a cabo varios registros domiciliarios en propiedades y viviendas de Manzanares y Valdepeñas. Unos registros que se iban a realizar ayer, pero finalmente se aplazaron.