La provincia de Ciudad Real, la más productora de la región, saldrá de nuevo beneficiada en el reparto de derechos de nuevas plantaciones de viñedo, ya que es la que contará con más superficie autorizada para cultivar. El Ministerio de Agricultura ha dado luz verde a la plantación de 689 nuevas hectáreas en la región y de ellas, 274 brotarán en explotaciones agrarias ciudadrealeñas.
En total, serán 164 agricultores de la provincia los que se verán beneficiados, «principalmente jóvenes», informó a este diario el director general de Agricultura, Jesús Fernández, quien recordó que se trata de unas autorizaciones excepcionales que en este caso no cuentan con subvenciones, pero que permiten la incorporación de jóvenes al sector agrario, mientras que en otros casos, dijo, son agricultores ya en activo que desean completar algunas parcelas.
Por provincias, le sigue Albacete como la segunda que tendrá más plantación de viñas, con 215 hectáreas y 119 beneficiarios, mientras que a mayor distancia está Cuenca, que podrá crecer con 144 hectáreas de 133 agricultores y Toledo, con 54 nuevas hectáreas autorizadas para 48 beneficiarios, según los datos facilitados a La Tribuna por la Consejería de Agricultura.
Se trata de un crecimiento que, no obstante, es contenido, ya que cada año el Ministerio establece un porcentaje máximo de nuevo terreno a cultivar. Para Fernández, se trata de una forma de mantener la competetividad del sector vitivinícola en los mercados, apostando «más que por la cantidad, por la calidad». En este sentido ha venido trabajando el Ejecutivo de García-Page para ayudar además al sector en su posicionamiento en los mercados, como es el caso de una mayor demanda en la actualidad de los vinos blancos.
Este año, la superficie en la que podrá crecer el sector en España es de 1.407 hectáreas, lo que representa el 0,1 por ciento del total, ya que Europa marca una pauta de crecimiento de entre el 0,1 y el 1%. En este sentido, desde Asaja Ciudad Real explicaron que este año, al igual que el pasado, se ha apostado «por el mínimo posible», ya que la situación de los mercados «no está alegre ni ágil», motivo por el que el sector vitivinícola trasladó al Ministerio su deseo de contener la expansión del sector y no poner nuevas viñas en funcionamiento.
A partir de ahora, los beneficiarios contarán con dos años para realizar las plantaciones. «Vamos a ver cómo evolucionan los mercados, si vuelven a estar ágiles y hay más apetencia» de nuevas plantaciones, afirmó a este diario el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda.