Tras las fiestas en su honor, este fin de semana fue el del retorno de la patrona de Daimiel, la Virgen de las Cruces, a su santuario. Como marca la tradición, el segundo domingo de septiembre, se celebró uno de los actos multitudinarios del municipio en el que los daimieleños acompañan a la patrona en su recorrido, con unos actos que comenzaron desde el viernes por la noche. La hermandad anunció ayer que el reconocido trompetista daimieleño Manuel Blanco actuará en el Santuario de las Cruces la noche del sábado 16 de septiembre para recaudar fondos para mantener el santuario e intentar sacar adelante nuevos proyectos de la hermandad.
La hermandad de la Virgen de las Cruces inició los actos con una cata maridada por José Crespo, presidente de la Asociación Provincial y Regional de Empresarios de Turismo y Hostelería, y que estuvo acompañada por un catering ofrecido por restaurante Casa Pepe y con la música jazz de Watermelon Sugar.
La elaboración de la alfombra floral dotó de color al retorno de la patrona al santuario y después se hizo el traslado en procesión de la Virgen de las Cruces. Desde la parroquia de Santa María comenzó este recorrido, hasta la ermita del Cristo. El toque musical a la jornada lo dio la soprano María Camps, con el guitarrista Pere Arguimbau, el contrabajo Lluis Gener, y el percusionista Guillem Pons.
Manuel Blanco actuará el sábado en el santuario de la virgen Como cierre de los actos, ayer, domingo, fue el día grande con la patrona trasladada hasta el santuario, con sus correspondientes relevos. A las 12 horas comenzó la solemne función religiosa, a la que siguieron las actuaciones de baile a cargo de las diferentes academias y grupos daimieleños como Amanecer, Cumbia y Cristina Oviedo. La patrona de Daimiel hacía entrada en el Santuario de las Cruces acompañada por la Banda Municipal de Música y cientos de daimieleños y daimieleñas. Entre vítores y aplausos, los mozos y mozas de Daimiel hicieron el tradicional paseíllo dentro del patio principal. Seguidamente, el sacerdote de la iglesia de Santa María la Mayor, Luis Eduardo Molina, procedió dedicando unas oraciones.
Como es tradicional, el cierre de las actividades organizadas por la hermandad fue la oración mariana y la salve, a las 20.00 horas, que pusieron el fin a esta fiesta de tanto arraigo de Daimiel.
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