Marruecos marca el paso en Ceuta y Melilla

Agencias
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España lleva meses reiterando la necesidad de reabrir las aduanas de las Ciudades Autónomas ante la pasividad de las autoridades alauítas

Marruecos marca el paso en Ceuta y Melilla - Foto: David Zorrakino Europa Press

Razones técnicas y de seguridad. Estos son los motivos esgrimidos desde el Gobierno de España para que, tras meses a la espera, las aduanas entre Ceuta y Melilla con Marruecos aún no hayan sido reabiertas. La lógica del argumento no se sostiene, especialmente en el caso de la segunda, cuyo paso fronterizo venía funcionando de manera ininterrumpida desde el siglo XIX, hasta que en 2018 el régimen de Mohamed VI decidió unilateralmente echarle el cierre.

Un 31 de julio de 1866 se firmaba en Fez el acuerdo para establecer un Aduana Imperial en la frontera de Melilla. Desde entonces, venía funcionando con normalidad hasta que a mediados de 2018, Marruecos decidió cerrarla sin ni siquiera comunicárselo previamente a las autoridades españolas. Para algunos, una deslealtad más de quien se considera un socio y un país hermano. Para otros, una nueva sumisión por parte de Moncloa a las imposiciones de Rabat que deja al Ejecutivo de Pedro Sánchez en clara inferioridad.

En el tiempo transcurrido, nadie ha alcanzado a comprender la postura española, que para la oposición baila al son que le marca Mohamed VI. Mientras, los comercios locales de Melilla son los que más han sufrido las consecuencias, algunos de ellos habiendo tenido que echar la persiana y otros recurriendo a los despidos para compensar el cierre del grifo del negocio desde hace casi cinco años.

Desde el giro protagonizado por el Gobierno en el conflicto por la soberanía del Sáhara Occidental, no se han percibido beneficios en la relación entre Madrid y Rabat; es más, España ha visto seriamente resentidos sus vínculos comerciales con Argelia, lo que ha obligado a pagar a EEUU a precio de oro el gas procedente del fracking. 

Sin embargo, el Ejecutivo evita entrar en polémicas con el reino alauíta y se limita a admitir que las aduanas de Ceuta y Melilla con Marruecos son «trámites complejos», insistiendo en asegurar que «se está avanzando» para tratar de abrirlas cuánto antes.

Así lo mantuvo ayer mismo la ministra portavoz del Ejecutivo,  Isabel Rodríguez, en declaraciones a la televisión pública, en respuesta a la información publicada por un diario nacional en la que se asegura que Rabat lleva meses bloqueando el plan de apertura de aduanas en las Ciudades Autónomas.

En este contexto, Rodríguez aprovechó la pregunta relativa a la situación de los pasos fronterizos para defender que el Gobierno «había trabajado y reconducido» las relaciones diplomáticas con Marruecos, recalcando que se habían activado los trabajos.

Eso sí, reconoció que son trabajos «complejos» que, según apuntó, implican mecanismos de seguridad jurídica, sanitaria y de homologación con los requisitos del entorno europeo.

«Queda claro nuestro compromiso con seguir avanzando en estas relaciones y un compromiso muy expreso con las dos ciudades autónomas», proclamó.