El diésel agrario registra las menores ventas en 25 años

Hilario L. Muñoz
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La caída del gasóleo agrícola ha sido generalizada en Castilla-La Mancha con cifras que no se veían desde el siglo pasado y en las que ha influido la cosecha de cereal

El diésel agrario registra las menores ventas en 25 años - Foto: Rueda Villaverde

Las ventas de diésel agrario se resintieron durante el año pasado debido a una mala cosecha y cambios en las infraestructuras agrarias que cada vez más, usan placas solares para extraer agua de los pozos en sus explotaciones. Así lo señaló el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio, Francisco Molina, ante el desplome de las ventas de gasóleo B registrado en la provincia. «Si el agricultor sale tiene que consumir, pero si baja influyen muchos factores, las placas solares, pero también cambios en la maquinaria o la sequía, porque no se ara tanto como antes».

El dato se encuentra por debajo de las 100.000 toneladas en la provincia de Ciudad Real, lo que muestra, por ejemplo, la mala campaña de cereal, sin apenas uso de las cosechadoras y que son una de las claves del consumo de gasóleo agrícola en Ciudad Real. Hay que remontarse hasta 1998 para encontrar la última vez que hubo menos de 100.000 toneladas vendidas del diésel agrario, según los datos del servicio regional de estadística. 

La situación no es exclusiva de Ciudad Real y la estadística de caída del consumo de diésel agrario se da en todas las provincias de Castilla-La Mancha y en todas con mínimas que no se ven en las últimas décadas. En el cómputo regional se han vendido 439.437 toneladas de gasóleo B, el dato más bajo de lo que va de siglo, como una muestra de la situación que atraviesa el campo en los últimos dos años. De hecho, en el año 2020 y en 2021, la venta de gasóleo se situaba por encima de las 600.000 toneladas.

En casa y en el coche.

Un segundo aspecto destacado del año pasado está en la venta del diesel de calefacción. Tras años de caída, debida entre otros aspectos por el precio, este invierno, algo más duro en lluvias y frío, y algo más suave en el coste del litro, aumentó las ventas. En concreto, la cifra se sitúa por encima de 2019, con muchas familias que han optado por llenar los tanques, con este coste y casi 20.000 toneladas vendidas.

En las estaciones de servicio, el diésel sigue en la línea descendente en la que lleva años, aunque haya alguna temporadas que aumente ligeramente. Este 2023 se vendieron 283.000 toneladas, la misma cuantía que en 2015, por ponerlo en perspectiva. Los datos son un reflejo de la compra de coches eléctricos y nuevos carburantes en los vehículos. «El gasoil se mantiene por el transporte». 

Y con la gasolina más barata que el diésel tras los conflictos de Ucrania, las ventas han aumentado en 2023 con más de 49.000 toneladas, la cifra más alta desde 2010. «Los precios se están manteniendo entre 1,65 o 1,69 y de ahí no se está moviendo» a pesar de los problemas que hay en Oriente Medio para traer los carburantes en el Golfo. «Resulta que hay otras rutas que se están suministrando a España de carburantes y se está manteniendo la producción o la entrada de petróleo», destacó Molina.

El presidente de estaciones de Servicios en Ciudad Real, sin embargo, también avisa que el vehículo eléctrico, «poco a poco, muy lento, se está imponiendo». Por este motivo, considera que habrá un 2024 en el que los precios de los combustibles se mantendrán. La previsión es que baje el coste del petróleo, pero esta reducción no llegará a notarse en las gasolineras, por los impuestos que se prevén.