La constancia como virtud

E.G.
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Daniel Muñoz de la Nava, 133 en el ranking ATP, tiene una gran vinculación con Almadén, de donde son naturales sus padres

Aunque el gran público identifica el tenis con nombres como los de Rafa Nadal, Novak Djokovic o Roger Federer, lo cierto es que la auténtica realidad de este deporte está muy alejada de sus 'super estrellas'.Un buen ejemplo puede ser Daniel Muñoz de la Nava, un nombre sólo conocido por los más fieles de este deporte y que actualmente figura en el puesto 133 del ranking ATP. De padres almadenenses, Muñoz de la Nava representa el espíritu de sacrificio y el trabajo pocas veces recompensado de un deportista anónimo para el aficionado medio.Su historia, como la de otros muchos tenistas profesionales, comienza en edades tempranas, apuntando muy alto. «Mis padres son de Almadén y llevo toda la vida allí. Comencé jugando torneos como alevín y llegué a ser el 20 en el ranking mundial junior. Luego, la verdad es que no me respetaron las lesiones y estuve casi cinco años sin poder competir», asegura Muñoz de la Nava. (más información en la edición impresa)