Poco más que la fachada es lo que queda de lo que fue el hogar de Antonio López Torres, pintor e hijo predilecto de la localidad de Tomelloso, ya que durante la mañana de ayer se iniciaron los trabajaos para tirar el inmueble que se encontraba a la venta por una cifra cercana a los 500.000 euros. Ante los acontecimientos, las primeras suposiciones giraban en torno a la posibilidad de que la vivienda se había vendido y que sus nuevos propietarios eran los que habían procedido a su demolición. Sin embargo, esto fue desmentido por el gerente de la Inmobiliaria Lomas, José Antonio Lomas, que como responsable del negocio se encargaba de la puesta en venta del edificio, declaró a La Tribuna de Ciudad Real que «no tenemos ninguna constancia de que se haya vendido, esto es cosa aparte». Lomas incidió en que desconocía quién había decidido tirar abajo la casa del pintor, aunque apuntó a la posibilidad de que fuese una cuestión del Ayuntamiento de Tomelloso, lo que llevó a este diario a ponerse en contacto con responsables del mismo. Por su parte, estos achacaron las circunstancias a una decisión establecida por la propia familia de López Torres. Finalmente, así lo confirmó María López, hija de Antonio López García, sobrino del pintor, que resaltó que «esto es algo que lleva la familia», aunque no entró en más detalles. Por tanto,  el «por qué» de esta decisión es un misterio. De hecho, las últimas noticias que se tenían del inmueble fue la decisión que tomaron sus parientes, el pasado mes de junio, de ponerlo en manos de una inmobiliaria local para su venta ante la negativa de compra del Ayuntamiento. Este, por su parte, justificó su postura en tres aspectos: el mal estado de su estructura, la existencia del Museo Antonio López Torres dedicado a la vida del artista, y «la importante partida económica que podría suponer no solo para su venta, sino también para su restauración», como así lo detalló a La Tribuna Raúl Zatón, que en aquel entonces ejercía como edil de Cultura.