Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, santuarios para la grulla

EFE
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Desde mediados del mes de octubre, los parque nacionales de Castilla-La Mancha comienzan a recibir cada año a miles de grullas que realizan un largo viaje por media Europa hasta encontrar en estos lugares la zona perfecta para pasar el invierno

Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, santuarios para la grulla - Foto: Beldad

La llegada del invierno al norte de Europa apresura cada año a la grulla común (Grus grus) a iniciar su viaje migratorio a la Península Ibérica, donde encuentra santuarios para la invernada como los Parque Nacionales de Las Tablas de Daimiel y Cabañeros.

Desde mediados del mes de octubre, los parque nacionales de Castilla-La Mancha comienzan a recibir cada año a miles de grullas que realizan un largo viaje por media Europa hasta encontrar en estos lugares la zona perfecta para pasar el invierno.

Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, santuarios para la grullaLas Tablas de Daimiel y Cabañeros, santuarios para la grulla - Foto: Beldad

El director del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, Carlos Ruiz, ha explicado a Efe que "las grullas eligen la Península Ibérica como uno des sus destino favoritos para pasar el invierno, para alejarse de las bajas temperaturas que ahora se dan en sus zonas de cría".

Este año, distinto en todo por la pandemia, no parece que cambie en nada para las grullas, que fieles a su cita, han vuelto a Las Tablas de Daimiel en busca de "su alojamiento invernal".

Según el último censo realizado por SEO/BirdLife, se calcula entre 2018 y 2019 invernaron en España unos 270.000 ejemplares de grulla que llegan a la Península para pasar el invierno y, de ellas, ha dicho, alrededor de 8.500 lo hacen en este humedal.

La facilidad de avistar e identificar estas aves por su gran envergadura y por el bullicioso sonido que emiten les convierten en un gran atractivo turístico no solo para el turismo ornitológico, si no también para los experimentados en el conocimiento de las aves.

Ruiz de la Hermosa ha explicado que, estos meses, las visitas al parque nacional se han incrementando porque son muchas las personas que acuden a observar "de cerca" las grullas, que este año "tienen una mayor querencia por quedarse en el interior del parque, en la zona donde se han realizado trabajos de desbroce, y donde están encontrando más semillas y brotes de plantas para alimentarse".

Aunque el número de grullas ya es importante, el director del parque cree que aún deben llegar algunas más, cuando el frío aún sea más intenso en el norte de Europa.

En cualquier caso, ha explicado que pasear por Las Tablas de Daimiel en cualquier momento del día ofrece la posibilidad de disfrutar del avistamientos de estas aves, si bien es especialmente recomendable hacerlo al atardecer desde observatorios como el de la Laguna Permanente o la Isla del Pan, cuando las grullas regresan a las zonas inundadas del parque para pasar la noche.

El Parque Nacional de Cabañeros es otro de los rincones de Castilla-La Mancha donde la grulla común "encuentra un cómodo de hospedaje", ha asegurado a Efe Ángel Gómez Manzaneque, director de este espacio protegido.

Las grullas son un aliciente más para visitar el parque nacional durante estos días y hasta mediados del mes de marzo, fecha en la que comienzan su viaje de vuelta a las zonas de crías.

Este año, la estimación de población invernante de grullas se ha reducido casi en un 40% con respecto a otros años, ha asegurado el director de Cabañeros, a falta confirmar la cifra con un censo que harán los próximos días.

La consecuencia de este descenso se justificaría, ha dicho, en el hecho de que este año la superficie dedicada al cultivo de maíz ha sido mucho menor que otros años en el entorno del parque, debido a la sequía que ha dejado sin apenas agua el pantano de Torre de Abraham.

Con todo, ha calculado el número de grullas en Cabañeros rondaría los 3.500 ejemplares, una cifra que podría ir en aumento en las próximas semanas si las condiciones climatológicas empeoran en el norte de Europa y en el norte de España, propiciando así la llegada de más ejemplares al centro peninsular.

El director de Cabañeros ha asegurado que este número de ejemplares es suficiente para poder "alegrarse y emocionarse con la observación de un ave que no deja de sorprender por su enorme belleza".