Alega "vacío probatorio" frente a 39 años de cárcel

Pilar Muñoz
-

Las acusaciones consideran probados los delitos de maltrato, agresión sexual, allanamiento y detención ilegal, mientras la defensa esgrime «vacío probatorio»

La psicóloga y la trabajadora del equipo psicosocial, ayer, en el juicio. / rueda villaverde - Foto: Rueda Villaverde

Las acusaciones mantienen la petición de 39 años de cárcel al considerar probado en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial que el acusado es autor de un delito de violencia habitual en el ámbito familiar, quebrantamiento de condena, tres delitos de violencia de género, uno de allanamiento de morada, otro detención ilegal y dos de agresión sexual. El abogado del encausado discrepa de las acusaciones y solicita la libre absolución de todos los delitos salvo el del quebrantamiento, que su cliente ha reconocido de forma expresa y por el que pide una pena mínima.

En el resto de los delitos hay un «vacío probatorio clamoroso», según el letrado Miguel López, que considera «desmesurada» la pena de 39 años que piden la fiscal y la abogada de la acusación particular. Según la defensa, en el plenario no se han acreditados los hechos denunciados en Valdepeñas, en abril de 2019. El acusado Iván S. R., de 30 años, y Beatriz D. G., de 33, mantuvieron una relación de pareja hasta abril de 2018. Se separaron y en junio fue condenado por maltrato. El juez le impuso cuatro meses de prisión y una orden de alejamiento, que incumplió. Su abogado mantiene que la relación no ha cesado nunca y que tenían relaciones sexuales consentidas.

Las acusaciones sostienen que la agredió sexualmente en dos ocasiones, una el 6 de abril de 2019 dando lugar a este procedimiento. Entienden acreditado que la agredió en su casa cuando estaba con un amigo y se la llevó por la fuerza a otra vivienda donde había una pareja, que también ha sido juzgada por omisión del deber de socorro. La defensa hizo hincapié en la ausencia de lesiones y en la negación a ser examinada por el forense. Según las defensas, «no se entiende por qué se acusa a una pareja de omisión del deber de socorro y no al joven que estaba con ella cuando se presentó en la vivienda». La pareja aseguró que no vieron ni oyeron nada que pudiera inducir a pensar que la denunciante estaba en la vivienda por la fuerza y que había sido agredida sexualmente.