La captura de palomas se reduce más de un 80% en cinco años

Ana Pobes
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El Consistorio lograr estabilizar la presencia de este tipo de aves con la instalación de jaulas trampa en varios puntos de la ciudad. En 2015 se capturaron 2.417 y 436 en lo que va de año

Imagen de archivo de una de las trampas instaladas por el Ayuntamiento - Foto: Rueda Villaverde

La población de palomas ha sido un quebradero de cabeza del Ayuntamiento, al menos en la última década, cuando ya en 2007 este tipo de aves sobrevolaban la ciudad. Sin embargo, la instalación de jaulas trampas en diferentes puntos de la localidad ha dado resultado y el Consistorio ha logrado estabilizar la presencia de este tipo de aves. Fiel reflejo de ello, y según los datos aportados por la Concejalía de Medio Ambiente, en el año 2015 se llegaron a capturar 2.417 palomas, cifra que al año siguiente mermó hasta las 1.147, lo que significa 1.270 menos. Esta tendencia a la baja se registró también en años sucesivos, de tal forma que en 2017 se cogieron 978 frente a las 432 con las que se cerró 2018. Este año, a fecha de octubre, se han capturado 436, por lo que «las cifras demuestran que la población ha ido reduciéndose poco a poco», comenta la responsable del área, Mariana Boadella.

 A estos datos hay que sumar además los registrados en los meses de noviembre y diciembre de 2014 y en los que se ‘cazaron’ 432. En total, y gracias a la medida de instalar este sistema la capital cuenta desde entonces con 5.572 palomas menos. Cifra que lleva a la satisfacción de Boadella, quien a pesar de los buenos resultados señala que desde el Consistorio se seguirá trabajando en la misma línea aunque su extinción total es «bastante complicado».

Las jaulas trampa, que disponen de agua y comida, se instalan cada semana en diferentes puntos de la localidad. En la última semana se han colado en lugares como el edificio de Sanidad, en la calle Postas, y en la plaza Mayor, ya que «se activan o desactivan en función de la población y de las necesidades de captura», puntualiza. El Consistorio dispone de once jaulas, y a principios mes tenía activadas cuatro.

La paloma «es un ave que se ha adaptado al medio urbano y aumenta sus poblaciones debido a la acción del hombre», comenta Boadella para señalar que la ciudad «es un lugar de refugio, donde no se cazan y encima se les da comida, por lo que esas poblaciones se descontrolan ocasionando el problema que todo el mundo ve como es la suciedad tanto en la vía pública como en particulares». Por todo ello, el Ayuntamiento no solo «promueve la capturas sino también que las viviendas que tienen problemas con las palomas pongan medios para que no críen como son las redes o los pinchos para que no se posen».

Un método que «funciona». Sobre las críticas de los detractores al sistema de jaulas trampa, Boadella señala que el método funciona y «así lo reflejan los datos» y que «no cuesta al Ayuntamiento, ya que es el propio personal quien revisa las jaulas y recoge las palomas, que se llevan a un núcleo zoológico». De cambiar el procedimiento por pienso anticonceptivo como así propuso en su día Unidas Podemos conllevaría un gasto que podría alcanzar los «20.000 euros anuales» y además, argumenta, «no se puede garantizar que otras aves se lo puedan comer», por lo que el Ayuntamiento no se plantea implantar este método aunque sí cabe la posibilidad de usar la cetrería como ya se ha llevado a cabo en algunos lugares de la provincia como en Miguelturra, donde en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción se recurrió a la cetrería para controlar la población.