Ana María Almansa Llario lleva muchos años arrimando el hombro en el BM Bolaños, pero desde hace dos y medio es su cabeza visible. La presidenta ejercía ayer de jefa de expedición del conjunto manchego, que tenía previsto aterrizar en Tenerife bien entrada la noche. La presencia de su primer equipo femenino en la fase de ascenso a la máxima categoría supone que se haga realidad un deseo que a principios de temporada parecía muy lejano.

¿Cómo se siente horas de que el equipo debute en la fase?

Estoy nerviosa, ilusionada y sin creérmelo del todo aún. Está siendo todo muy rápido y no da tiempo a asimilar que vamos a jugar una fase de ascenso a la máxima categoría, como uno de los cuatro mejores equipos de España en Plata. 

¿Pensaban llegar hasta aquí?
En septiembre, cuando me reuní con el entrenador, éste era un objetivo, así que no vamos a ser falsos. Era un objetivo lejano, pero posible.

Estará usted orgullosa de sus jugadoras...
Estoy muy orgullosa y emocionada. En Lanzarote ya lloramos cuando logramos la clasificación porque sabíamos que era un hecho histórico. Siento ilusión, alegría y mucho orgullo por ellas, por el cuerpo técnico y por todos los que formamos la familia del Balonmano Bolaños.

¿Mejor no ser favoritos?
Eso nos hace sentir más cómodas, jugando con menos presión y más tranquilas, para demostrar que están aquí por sus méritos. Sorpresas en el deporte y en el balonmano siempre hay.

¿Qué le ha pedido a sus jugadoras?
Que disfruten de esta fase, que sean felices jugando, y a Juanmi también, porque se lo merece. Será una experiencia muy bonita para todos.

¿Cuánto le ha costado al club acudir a la fase de ascenso?
Unos 6.000 euros, y todo sufragado por el club.

El ascenso a la máxima categoría, ¿acarrearía un problema económico al club?
Hemos demostrado que somos valientes. Ahora no me lo planteo, pero si conseguimos el ascenso iremos a por todas, como hemos hecho este año, trabajando más, organizando más fiestas, vendiendo más camisetas...