«Quería dejar el deporte y no que el deporte me dejara a mí»

Eduardo Gómez
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Entrevista a José Ruiz, jugador del Viña Albali Valdepeñas, tras anunciar su retirada al final de esta temporada

José Ruiz, ayer en el pabellón Virgen de la Cabeza. - Foto: Rueda Villaverde

José Ruiz (6-6-1983. Barcelona) anunció su retirada a final de esta temporada. El fútbol sala dirá adiós así a ‘La Roca’ tras una larga trayectoria deportiva, donde se ha ganado el respeto de todos los estamentos por su calidad deportiva y humana, dentro y fuera de la pista. Ahora apura sus últimos días como profesional con el objetivo de ayudar a que el Viña Albali Valdepeñas se clasifique para el play off por el título.


¿Por qué decidió anunciar ahora su retirada?
Al final hay que dar el paso. Una de mis máximas es que quería dejar el deporte y no que el deporte me dejara a mí. Me parecía el momento de anunciarlo para disfrutar y saborear estos últimos meses.

 

«Quería dejar el deporte y no que el deporte me dejara a mí»«Quería dejar el deporte y no que el deporte me dejara a mí» - Foto: Rueda Villaverde

Seguro que es una decisión meditada...
Sí, son muchos meses pensando en ello. Cuando vas cumpliendo años sabes que el final cada vez está más cerca. Nunca quieres que llegue ese momento y piensas que la profesión de deportista debería ser eterna por lo bonita que es. Todo tiene fecha de caducidad y ahora me toca a mí.

 

¿Con qué se queda de su carrera?
Desde que anuncié mi decisión los compañeros me han hecho recordar muchas cosas y me han hecho volver a sentirme muy orgulloso de todo lo vivido. Me quedo con el título de campeón de Europa, pero también con muchos momentos en cada club que he estado. En todos he aprendido y cada sitio ha tenido algo especial y su lado positivo. 

 

¿Cómo ha cambiado el fútbol sala en estas más de dos décadas como profesional?
Ha cambiado mucho. Ahora es todo más rápido y creo que hay más calidad. En los clubes las estructuras también han crecido y se ha mejorado mucho en todo lo que es la seguridad y las condiciones de los jugadores. Ahora ya somos considerados como un trabajador, antes había mucha más inseguridad en esos aspectos. A pesar de todo, hay que seguir luchando por este deporte y por mejorar en el día a día.

 

¿Cambiaría algo de su carrera?
Hay veces que te equivocas y tomas decisiones que con el paso de los años harías de otra manera. Pero siempre he querido ver el lado positivo de todos los sitios donde he estado. Al final todo te hace crecer como persona y como jugador. Sería egoísta si dijera que cambiaría algo porque he podido conseguir casi todo en el fútbol sala y sólo puedo sentirme orgulloso.

 

¿Qué le ha aportado el Viña Albali Valdepeñas?
Me hizo recuperar la ilusión. Llegué aquí con 35 años, a un conjunto recién ascendido, y me transmitieron toda su ilusión y cariño. Eso hizo que yo me involucrara lo máximo posible para encontrar mi mejor nivel. El primer año fue complicado porque era un conjunto recién ascendido y siempre es difícil. La pasada campaña fue un éxito total y esa ilusión y cariño que me transmitieron hizo que yo ofreciera mi mejor nivel.

 

¿Qué ha supuesto para usted jugar y sentir cómo se vive el fútbol sala en Valdepeñas?
Ha sido un regalo para mí. Estuve en Italia, por ejemplo, y allí apenas había público, y estaba solo, sin mis amigos ni familia, y me daba hasta miedo. Aquí es una maravilla, un auténtico regalo. Es verdad que es una afición exigente y eso está bien, pero poder jugar aquí es una de las cosas más bonitas que he vivido. 

 

¿Qué consejos da a los más jóvenes?
Que aprovechen el tiempo, y se lo dije también a los compañeros en una charla antes de uno de los últimos partido. Hay que hacer y conseguir las cosas cuando se ponen a tiro. Hay que luchar por el día a día y por el próximo objetivo porque la vida del deportista pasa muy rápido. Hay que aprovechar cada partido y cada entrenamiento como una nueva oportunidad. Tienen que hacer que las cosas sucedan, no vale esperar a la suerte. La suerte hay que buscarla. Yo, cuanto más he trabajado, más suerte he tenido.

 

¿Y que diría a los aficionados del Viña Albali?
Debido a la pandemia todos estamos pasando por momentos complicados. Vivimos de patrocinadores y aficionados, así que pedirles que sigan apoyando al equipo como lo vienen haciendo hasta ahora, con el mismo cariño, aunque hay veces que las cosas no salen como a uno le gustaría. Necesitamos gente que arrime el hombro. Un euro, una palabra bien dicha o mal dicha afecta muchísimo a cualquier ámbito del club. Hay que pensar en sumar y entre todos trabajar por el bien del fútbol sala.

 

El objetivo deportivo ahora es clasificar al equipo para el play off...
El objetivo deportivo es ése, intentar llegar lo más alto posible. Y a nivel personal quiero saborear y disfrutar los entrenamientos y partidos que me quedan.

 

¿Por dónde pasa su futuro una vez retirado de las pistas?
Tengo diferentes opciones dentro del deporte, ya sea en puestos directivos o de entrenador, ya que tengo el Nivel III. Me estoy tomando un tiempo para meditarlo porque no es fácil. Los últimos años ya me cuesta moverme de casa por cuestiones familiares y busco más la estabilidad. No me quiero precipitar. No dejo el fútbol sala porque ya tenga decidido nada. De hecho, he recibido mensajes de gente que no entiende que me retire si esta misma campaña he estado convocado con la selección española. Pero es una cuestión de motivación. Si no puedo hacer las cosas al ciento por ciento prefiero dar un paso a un lado.