Afammer denuncia que sólo el 66,9 por ciento de las mujeres que sufren violencia de género en los municipios de menos de 2.000 habitantes lo ha denunciado, cuando en las poblaciones de entre 2.001 y 10.000 habitantes se llega a un 78,5 por ciento de denuncias y a un 83,3 por ciento en las ciudades de más de 100.000 habitantes.

La presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer), Carmen Quintanilla dio a conocer estos datos, procedentes de una macroencuesta sobre la Violencia contra la mujer en una rueda de prensa organizada para difundir el manifiesto de su organización para el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La presidenta de Afammer proclamó que «la violencia contra las mujeres vulnera los más elementales Derechos Humanos», puesto que va contra «el derecho a la vida», «a la integridad física» y «a la libertad» de las mujeres que la sufren.

Quintanilla recordó que este año en España han muerto 41 mujeres por violencia de género, de las que «11 de ellas era del mundo rural». Razón por la que Afammer exige «a las administraciones que rompamos el silencio que sufren las mujeres en el medio rural, en los pueblos de menos de 2.000 habitantes». Insistió en que «cuanto más pequeño es el pueblo, menos denuncias hay».

Por otro lado, refirió que «23 niños han quedado huérfanos de su madre», por lo que Afammer reclama «mayor protección a la infancia que tiene que estar regulada para que los jueces y las administraciones no permitan que el maltratador disfrute de sus hijos». Quintanilla insistió en que «el maltratador no es el mejor referente en la vida de nuestros niños y niñas», al tiempo que recordó que los hijos son «víctimas invisibles de la violencia de género».  A ello añadió que «tres niños han sido asesinados por su padre, por el maltratador, para hacer daño a la madre, han asesinado a la madre y después a estos menores».