Las asignaturas pendientes de la memoria histórica

H.L.M.C-C.
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La exhumación de Franco cierra un capítulo que sin embargo cuenta aún con muchos frentes abiertos en la provincia, desde los represaliados que continúan enterrados en el Valle de los Caídos hasta las 51 fosas repartidas por el territorio

Las asignaturas pendientes de la memoria histórica - Foto: Javier Pozo

El cuerpo de Francisco Franco ha permanecido 16.041 días sepultado en el Valle los Caídos. El 24 de octubre de 2019 pasará a la historia como una fecha simbólica que cierra una etapa, aunque los vestigios del régimen siguen muy presentes.
La Ley de Memoria Histórica, de 2007, aludía a la localización, identificación y eventual exhumación de las víctimas de la represión franquista en las fosas que se encuentran repartidas por toda la geografía nacional (51 en la provincia), así como la eliminación de escudos, insignias, placa o menciones que hagan alusión al levantamiento militar y la posterior represión tras la Guerra Civil.
A pesar de este ordenamiento jurídico, la huella de 36 años de dictadura pervive todavía en pueblos, basílicas y miles de fosas comunes. No es sólo la alusión directa a Franco, sino a símbolos y otros nombres clave de la dictadura como los generales Gonzalo Queipo de Llano, José Moscardó o Jaime Milans del Bosch, o los militares Emilio Mola y José Sanjurjo.
Franco ya no está en el mausoleo de Cuelgamuros, pero allí continúan 33.833 personas, más de 12.400 sin identificar, de ambos bandos de la Guerra Civil, que fueron llevados allí entre 1959 y 1983 desde fosas y cementerios de todo el país. 

 

UNOS 250 CIUDADREALEÑOS ENTERRADOS EN EL VALLE

Al menos,  244 ciudadrealeños se encuentran enterrados en el Valle de los Caídos, según los datos del Ministerio de Justicia. Se trata de dos grupos de personas en los que hay ciudadrealeños identificados y cuyos cadáveres fueron llevados desde fosas comunes de la provincia; y otros que no están identificados, aunque se sepa su localidad de procedencia. Así, según las cifras del Estado, de las 21.423 personas identificadas en Cuelgamuros, 239 fueron enviadas desde fosas comunes de Ciudad Real como víctimas del bando nacional, y de los 12.410 desconocidos, al menos cinco procederían de Alcázar. Los datos son aproximados, ya que asociaciones de memoria histórica recuerdan que en el Valle de los Caídos no solo hay cuerpos de integrantes del bando nacional sino que también existen de la República y, de hecho, se está analizando si 36 republicanos de Ciudad Real podrían haberse llevado al Valle, debido a que no se han hallado donde deberían.
Hay que tener en cuenta que Ciudad Real fue territorio de retaguardia durante la Guerra Civil, esto implica que hubiera muchos caídos del bando nacional, y que la provincia fuera uno de los primeros espacios en que la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos solicitara fallecidos para ser trasladados. Esta llamada fue atendida sobre todo por familiares de aquellos que no pudieron ser enterrados, debido a que su cuerpo fue dejado en zonas de difícil acceso. El Estado financió la recuperación de estos cuerpos, según figura en varios documentos ya publicados por La Tribuna, y que hacen referencia a la petición de fondos para realizar los trabajos necesarios y enviarlos hasta Cuelgamuros. En total se recuperaron y enviaron cadáveres para ser enterrados en el Valle de los Caídos de siete municipios. De Carrión de Calatrava fueron enviados 94 cuerpos, sobre todo procedentes de un pozo noria, en el que se decía que podía haber hasta 800 víctimas, según un comunicado del Gobernador Civil en 1958. De Alcázar de San Juan fueron 93; de Daimiel, 42; de Valdepeñas, 11; de Alhambra, dos; y de Herencia y Terrinches, uno.
El prestigio familiar que suponía este envío al demostrar que un familiar había combatido en el bando nacional fue un factor que influyó en mandar los restos. En este sentido la presencia de un municipio u otro depende sobre todo de que en 1957, fecha de creación de la fundación del Valle, ya se hubieran realizado o no algún monumento en el propio municipio. 

 

EL MAPA DEL HORROR

De acuerdo a los datos publicados por el Centro de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED, 4.000 ciudadrealeños sufrieron las represalias del régimen y 3.440 de ellos están enterrados en las 51 fosas comunes de víctimas de la posguerra que salpican la provincia como puntos negros de la historia de este país. Su ubicación, que ha sido posible gracias al proyecto Mapas de Memoria en colaboración entre la UNED y la Diputación Provincial, abre la puerta a intervenir en estos panteones de mal recuerdo para recuperar los restos.
La lista completa es la siguiente: Abenójar, Agudo, Alamillo, Alcázar de San Juan, Aldea del Rey, Alhambra, Almadén, Almadenejos (2), Almagro, Almedina, Almodóvar del Campo (4), Argamasilla de Alba, Argamasilla de Calatrava, Campo de Criptana, Carrión de Calatrava, Castellar de Santiago, Chillón (2), Ciudad Real, Daimiel, Fuente el Fresno, Guadalmez, Herencia, La Solana, Los Cortijos (2), Luciana, Manzanares, Moral de Calatrava, Navas de Estena, Pedro Muñoz, Piedrabuena, Porzuna, Puebla de Don Rodrigo, Puerta Lápice, Puertollano, Retuerta del Bullaque, Saceruela, Socuéllamos, Solana del Pino, Solanilla del Tamaral, Tomelloso, Torrenueva, Valdepeñas, Villanueva de los Infantes, Villarrubia de los Ojos y Viso del Marqués.

 

EL RECUERDO GRABADO EN EL NOMBRE

Con sus 719 moradores, en la mediana de un triángulo formado por Daimiel, Manzanares y Tomelloso, el municipio de Llanos del Caudillo conserva el apellido con el que nacía en 1955 dentro del Plan General para la Colonización, unos orígenes que luce con orgullo y que incluso ha defendido para mantener muy vivos frente a una Ley de Memoria Histórica que amenazó con arrebatarle su patronímico.
Incluso llegaron a los tribunales para mantener su denominación completa en una batalla legal que la localidad conseguía ganar en agosto de 2018. Es uno de los cuatro únicos vestigios de este nombre que permanecen en España: Guadiana del Caudillo (Badajoz), Bembézar del Caudillo (Córdoba) y Alberche del Caudillo (Toledo).
Pero el Instituto Nacional de Colonización (INC), ese organismo creado en 1939 para tratar de olvidar la devastación de una guerra entre hermanos, levantó otros ocho núcleos de población en la provincia: Bazán, una pedanía de Viso del Marqués creada en 1958, de la que también dependen Umbría de Fresneda y Villalba de Calatrava; Cinco Casas, con un pasado ferroviario en Alcázar de San Juan; en 1962 veía la luz Los Mirones, pedanía hoy en día de Calzada de Calatrava; en 1954 surgía Pueblonuevo del Bullaque, y Santa Quiteria, en Alcoba de los Montes. A ellos se suma Villanueva de Franco, levantado en 1949 por un comentario del propio dictador en una jornada de caza, se pasó página  y cambió su denominación a Consolación, una pedanía de Valdepeñas. En total, nueve núcleos en la provincia con un total de 821 viviendas destinadas a 3.506 personas. 

El único que mantiene referencias claras a Francisco Franco es Llanos del Caudillo. 

 

SIETE NOMBRES DE LA DICTADURA EN EL CALLEJERO

Una de las primeras medidas en aplicarse de la Ley de Memoria Histórica fue el cambio de los nombres de calles en toda España. Se empezó por aquellas que eran más o menos específicas del periodo de la dictadura, como Generalísimo, y que aún quedaban en el año 2007 cuando empezó la ley y se fue ampliando a otras a lo largo de los años. Por ejemplo, en Ciudad Real capital en la pasada legislatura se cambiaron aquellas que hacían referencia a batallas, la División Azul o a generales y personalidades que tenían vinculación con Falange Española.
Un listado amplio de estas vías fue solicitado hace años por Compromis en el que puso de manifiesto la presencia aún de vías con nombres menos conocidos del franquismo como Onésimo Redondo, Ruiz de Alda, General Mola, General Sanjurjo, Queipo de Llano, José Antonio o 18 de julio en toda España. Estos nombres aparecen en 13 calles de la provincia de Ciudad Real, según el último callejero del INE, publicado este verano y referente al 30 de junio de 2018.
Así, aún existen vías con Ruiz de Alda, cofundador de Falange Española, en Los Cortijos, así como Queipo de Llano, General Mola y General Sanjurjo, en Villarta de San Juan. Del mismo modo hay una vía 18 de julio en El Torno. La provincia cuenta además con varias calles llamadas José Antonio en Carrizosa, Luciana y Ballesteros, aunque el nombre puede hacer referencia a varios aspectos, no solo al fundador de Falange. Del mismo modo hay dos calles general Primo de Rivera en Malagón y Socuéllamos, según la última publicación de nombres de vías del instituto de estadística.