Las mediciones de los niveles de ruido que se están llevando a cabo en El Torreón finalizarán «esta semana», según la previsión con la que trabaja la Concejalía de Medio Ambiente. Los cuatro sonómetros que se utilizan para este proceso de registro de los niveles acústicos se han ido instalando en distintos puntos del barrio y el objetivo marcado es recabar todos los aspectos relativos a la contaminación acústica en un total de 24 puntos, donde se ha ido recogiendo el sonido durante las 24 horas del día. Estas mediciones servirán para determinar las calles que se podrían ver afectadas por la futura declaración de Zona Ambientalmente Saturada (ZAS), en la que actualmente están integradas cuatro calles: Madrilas, Cierva, Hidalgos y la avenida del Torreón.

La concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, afirmó a este diario que «esta semana» está previsto que terminen las mediciones con los sonómetros e indicó que posteriormente se registrarán todos los datos obtenidos y se analizarán de cara a configurar el mapa de ruido. Los plazos en este sentido se mantienen y se sigue señalando «final de año» como el momento en el cual podría estar culminado dicho mapa de ruido.

Los sonómetros se comenzaron a instalar a mediados de septiembre y en algunos casos ha llevado aparejada una mayor complejidad debido a los lugares donde se ha procedido a su instalación. La finalidad es recabar los niveles de ruido existentes a fin de determinar si existe o no contaminación acústica y si es necesario adoptar medidas en las calles afectadas.

La elaboración del mapa de ruido fue uno de los compromisos adquiridos por el anterior equipo de Gobierno de Pilar Zamora, que también sacó adelante una declaración de ZAS tras la caducidad de la anterior, aunque en este caso sólo engloba cuatro calles. La confección de este mapa se adjudicó en el mes de abril a la empresa Eurocontrol.  

Entre las medidas correctoras de dicha declaración de ZAS se incluyó la modificación del horario de los llamados after hours, así como la retirada de los bancos de piedra de la calle Hidalgos, el aumento de la presencia policial o la modificación de la ordenanza de Ruido, cuestión todavía pendiente para adaptarla a la norma nacional.