Los feriantes acusados de matar a Gonzalo Buján, padre e hijo, han negado ser los culpables en el juicio que ha arracando hoy con jurado popular en la Audiencia Provincial de Ciudad Real y han atribuido la culpa a un tercero, Dragos, un trabajador de una atracción de feria de un pariente y a quien ambos han señalado como el responsable de atacar a Buján y causarle la muerte en los carnavales de Herencia de 2018. 

En concreto, el padre, Julio Felipe C., el único al que acusa el fiscal y le pide para él una pena de 12 años de prisión por un delito de homicidio, se ha desvinculado de los hechos, asegurando que no le golpeó y que fue Dragos el que atacó al joven. Aseguró que llegó de repente y le propinó un puñetazo sin mediar palabra y que luego "se fue corriendo". También su hijo, Rafael, ha negado la acusación de haberle propinado golpes o el que su padre le hubiera golpeado con unas pinzas de un coche causándole la muerte. Sólo reconoció darle empujones a consecuencia de un incidente después de que la joven que iba en el coche de Buján orinase junto a su caranava y que su mujer le recriminase este acto. Eso después de que Buján le amenazara, según su declaración, indicandole que le iba a meter "cuatro tiros". "En ningún momento golpeo yo a nadie, solamente nos empujamos", ha indicado Rafael tras atribuirle igualmente a Dragos el ataque. Al poco, ha indicado que no le facilitó dicha información sobre Dragos a las autoridades "porque no sabía la gravedad de la situación. No quería poner a este chico en un problema con la policía". 

Sin embargo, Dragos C. G, quien ha declarado como testigo, ha negado que atacase a Buján, ya que ha asegurado que se encontraba recogiendo la atracción de feria en la que trabajaba a varios metros de distancia y no haber participado en la disputa, mientras que ha indicado que la familia de los acusados contactaba con él para tratar de que se autoinculpara y como ofreciéndole algo, ha comentado mientras matizaba que si bien no le concretaron lo que le ofrecerían,  le indicaron que no le iba a faltar nada a su mujer y a su hija, ha indicado. "Yo no puedo reconocer una cosa que no hice". 

Los feriantes culpan a un tercero de la muerte de Buján - Foto: EFE

En la primera sesión del juicio también declararon los dos amigos que estaban con él en ese momento y un tercero que fue el encargado de llevarlo al centro de salud. La primera en hacerlo fue la chica que orinó junto a la atracción y cuya acción fue recriminada por la mujer de Rafael, con quien intercambió insultos, si bien aseguró que no le dieron importancia. El altercado vino después. Afirmó que el acusado más joven se les quedó mirando cuando se subieron al coche y que Gonzalo le preguntó que qué pasaba, aunque negó que le dijera que le iba a pegar cuatro tiros, tal como había indicado Rafael. Después empezaron a llegarles golpes a través de la ventana del vehículo tanto a Gonzalo como el copiloto. Ella se encontraba en la parte de atrás. 

Cuando pudo salir del interior del coche y lo rodeó por la parte de atrás ya vio a Gonzalo en el suelo mientras lo cogía su amigo en sus brazos, por lo que no vio quien le dio el golpe que provocó la muerte de Gonzalo. Allí estaban también los dos acusados y una mujer mayor que la increpó y que le dio un bofetón. 

Por lo que respecta al amigo de Buján, que iba en el asiento del copiloto, se refirió a los múltiples golpes que recibió en el interior del vehículo y que cuando salió del mismo Gonzalo estaba en el suelo y el padre e hijo se encontraban al lado. El mayor portaba unas pinzas, dijo tras comentar que también le pareció verlas cuando estaba en el interior del coche recibiendo los golpes desde fuera. Asegura que sólo él auxilió a Gonzalo. "Ahí no ayudó nadie". El padre por su parte había asegurado que a Gonzalo lo asistió su hijo Julio, al igual que lo señaló Rafael en relación a su hermano. 

Los feriantes culpan a un tercero de la muerte de Buján - Foto: EFE

Finalmente, declaró el amigo que los esperaba en otro coche para cenar todos juntos y que fue el que llevó al fallecido al centro de salud. Tras dejarlo allí para que lo atendieran volvió al lugar para ver que había pasado, pedir explicaciones y se encontró con unas personas mayores a las que le preguntó que qué le habían hecho a su amigo. Declaró que lo amenazaron diciéndole que se fuera o que si quería que le pasara lo mismo y que le agredieron.

Las acusaciones particulares, que representan al hermano y a la madre de Gonzalo, piden 20 años por asesinato para los acusados o, en su defecto, un delito de homicidio con abuso por el que piden 14 años de prisión. 

Las defensas de los acusados piden la absolución o en su defecto un delito de homicidio involuntario o lesiones.