Los problemas físicos están condicionando las primeras jornadas de pretemporada del Balonmano Alarcos, que ayer disfrutó de descanso tras perder el martes con el Cuenca (27-34) y el miércoles con el Puente Genil (39-22), ambos de Liga Asobal. 

Más allá de los resultados, secundarios en este arranque de pretemporada, lo que más preocupa al técnico del equipo, Isidre Pérez, es la plaga de lesiones que afecta al equipo. El caso más grave es el de Gonzalo López-Tola, que tendrá que pasar por el quirófano por una rotura de menisco. Además, el extremo derecho Martín Davila sigue sin unirse al equipo tras lesionarse antes del inicio de los entrenamientos, Adrián Mendoza sufrió una luxación de hombro en la victoria ante el Bolaños, Álex Plaza aún no ha podido debutar por una rotura fibrilar en el tríceps y Diego Cadelo también arrastra molestias en una pierna.

Por extraer el lado positivo a esta situación, el nuevo técnico alarquista recuerda que los canteranos están teniendo sus oportunidades, casos de Jorge Ureña o Marcos Fis. «La cantera es una prioridad para mí y su conexión con el primer equipo debe ser una de las señas de identidad del club. Hay que dar oportunidades a la gente que lo merece», resumió.

Este sábado el conjunto alarquista recibirá en el Trofeo de Feria en el pabellón Puerta de Santa María (12.30 horas) al Cuenca, equipo que esta campaña jugará competición europea.