El Vestas Alarcos ha superado de forma agónica al Amenabar de Zarautz en un partido envenenado tras el reñido duelo de Copa del Rey del miércoles. Con esa carga física, el choque se le atragantó desde muy pronto al cuadro ciudadrealeño, nunca pudo romperlo y eso pudo traducirse en un disgusto en la última jugada. Una parada de Kostas a Beristain en la última acción permitió a los ciudadrealeños sumar dos nuevos puntos que le mantienen en la zona media-alta. Y es que, en realidad, eso fue lo mejor del choque para un Vestas Alarcos que jugó sin ningún tipo de continuidad.

Consciente de la importancia del choque, el cuadro local salió muy fuerte, consiguiendo una renta de 3-0 y manteniendo su portería a cero hasta el minuto ocho. A partir de ahí las fuerzas se equilibraron, con distancias en torno a los dos goles, que se mantuvieron durante prácticamente todo este primer acto. Los guipuzcoanos incluso llegaron a igualar la contienda en el minuto 22 (8-8), provocando el tiempo muerto de los locales.

Héctor González sacó a relucir su potente lanzamiento y un tanto posterior de César Beret volvió a colocar al Vestas Alarcos con una renta de dos tantos. Un contragolpe magníficamente llevado por Carles Asensio elevó el parcial al 3-0 y el técnico visitante tuvo que parar el choque (11-8, m. 26). Una exclusión de Héctor González dio paso a otro parcial de 0-3, que dejó la contienda igualada al descanso (11-11). 

Tras la reanudación, el Vestas Alarcos pareció querer liquidar el choque por la vía rápida con otro parcial de 3-0.  Sin embargo, dos siete metros fallados por Beret y Martín Molina y dos contras erradas por Brian Negrete provocaron un tremendo atasco en ataque (14-14, m. 44).

Consumida la mitad de este segundo periodo, ambos conjuntos habían anotado únicamente tres goles y Brian Negrete, con un lanzamiento de cadera y un desdoblamiento, volvió a inclinar la balanza del lado alarquista.

Ahí el choque ganó en intensidad. El Vestas Alarcos subió su nivel defensivo para ir encarrilando el choque con golazos como una ‘colgada’ de Manu Díaz con Beret.

El Amenabar nunca dio su brazo a torcer (19-18, m. 52) y así se entró en los minutos finales. Se avecinaba un final de infarto y es que el Vestas Alarcos no llegó a rematar a su rival, que también es cierto se aprovechó de varios rechaces y balones divididos para llegar con vida al último minuto (22-21).

Con bola para el conjunto local, Beret estrelló su disparo en el travesaño, en el rechace posterior el balón le llegó al propio central madrileño, que lo perdió de forma incomprensible, lo que permitió a Beristain tener un último lanzamiento desde seis metros, donde una mano arriba de Kostas permitió que los dos puntos se quedaran en casa. 

En la próxima jornada el Vestas Alarcos visitará la pista del Alcobendas, en un choque programado para el martes 29 de octubre a las 20.30 horas.