El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, apostó por “mantener el pulso” en la batalla por el uso del regadío y el mercado del agua en una región en la que la unidad de acción de todas las fuerzas políticas se revela clave a la hora de rechazar la continuidad del trasvase Tajo-Segura. “Sin la necesidad de que el clima arregle un desacierto legal, económico y social, una infraestructura aprobada en dictadura, necesitamos defender la igualdad en la gestión de un agua que es de todos en España”, apuntó tras la entrega de los premios del XVII Certamen Cultural 'Virgen de las Viñas Bodega y Almazara' en el Hotel Westing Palace de Madrid lamentando la “cantidad de recursos, peleas y discusiones" por las que ha atravesado la región desde la puesta en funcionamiento de este canal “ante la incomprensión general". “Son importantes los hechos, pero también lo son las palabras porque no es lo mismo hablar del trasvase como algo solidario que como una hipoteca, un atropello o una injusticia", según remarcó.

García-Page, convencido de que “el tiempo nos va a terminar dando la razón”, recordó asimismo la importancia que la Política Agrícola Común (PAC) ha tenido para la agricultura y la ganadería de Castilla-La Mancha al asegurar que “Europa ha significado un antes y un después”. “La fijación de la población al territorio es un elemento que merece la pena celebrar”, indicó en una apuesta por la “coherencia” y la “constancia” que, en su opinión, ejemplifica la cooperativa tomellosera Virgen de las Viñas Bodega y Almazara fundada en 1961 por 17 pequeños agricultores de la localidad que hoy, con una superficie de cultivo superior a las 20.000 hectáreas de viñedo por toda la comarca y una producción de 150 millones de litros de vino, es modelo de unión y fortaleza. “Necesitamos gente que apueste por el medio y tenga las cosas claras a largo plazo, gente que se levante cuando haya un bache”, según puso de relieve ante cerca de 350 personas.

El presidente de Virgen de las Viñas Bodega y Almazara, Rafael Torres, que agradeció al Ejecutivo regional que viva sus “problemas” y “progresos”, habló de la trascendencia del arte en la economía y, parafraseando al artista canario César Manrique, incidió en que “el mayor negocio de un país es la cultura de su pueblo”. Por su parte, el concejal de Cultura de Tomelloso, Raúl Zatón, elogió la el trabajo de la cooperativa y celebró las “fuertes inversiones” -como la futura embotelladora y la ampliación de depósitos de almacenamiento- del Gobierno de Castilla-La Mancha. “Tomelloso es la capital de la Mancha, el mayor epicentro de destilerías y bodegas”, recordó antes de subrayar que “este año se ha superado el récord de producción con un total de 500 millones de kilos de uva cosechados”. “Nuestra ciudad es sinónimo de trabajo, lucha, sudor y emprendimiento gracias a unos agricultores que son el mayor ejemplo de superación ante las adversidades y en la consecución de cualquier reto”, según puso de manifiesto.

LOS PREMIADOS. Zatón aplaudió la apuesta de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Ejecutivo regional por el Ivicam y el Iriaf, que serán centros de prácticas para los alumnos del Grado de Enología. Y lo hizo ante un rector de la UCLM que, tras recoger la insignia de oro y brillantes de la cooperativa, tuvo palabras para su equipo por hacer la institución académica “más cualificada, más competitiva y más implicada con la sociedad”. “Nuestro reto es devolver cuatro euros por cada uno recibido”, según expuso.

Asimismo, se entregaron más de una treintena de galardones, menciones especiales y premios de adquisición en las categorías de periodismo, escultura y pintura. En concreto, el trabajo 'Dejad el balcón abierto', de Julia Yébenes Alberca, publicado en el diario Lanza, se alzó con el premio de periodismo; mientras que los máximos reconocimientos de pintura recayeron en Anegación de José Naranjo Ferrari; y, en escultura, en Juan de Dios Sánchez García por Luna.

Además de estos primeros premios, se concedieron otros cuatro galardones en la categoría de pintura a Manuel González Núñez, por Más allá del bodegón; Caroline Denise Culubret Worms por su obra El túnel que atravesó mi laberinto; Víctor Pulido por Infinito; y a El regante de sílabas de Miguel Ángel Recuero Zarapuz. Junto a ellos, también se concedieron dos menciones de honor a otros tantos trabajos escultóricos y más de una veintena de premios de adquisición.