Adiós a un verano meteorológico «muy peculiar»

M. E.
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La provincia registró la temperatura más alta de la región, con 43,7 grados en Almadén el 26 de julio, y el dato histórico en precipitaciones en agosto, con 28,4 litros por metro cuadrado, tras la granizada del día 11

Un viandante se protege de la lluvia con un chubasquero. - Foto: Rueda Villaverde

A las 15.31 horas de este martes España entra de forma oficial en la estación de otoño, dejando atrás un verano que para la provincia de Ciudad Real ha resultado singular en el aspecto meteorológico, según se desprende de los datos oficiales acumulados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Singular porque en su haber quedaron dos registros máximos en Castilla-La Mancha, uno de ellos récord: el de la temperatura más alta de este verano 2020 (43,7 grados en Almadén el 26 de julio) y el de mayor cantidad de precipitación caída en un mes de agosto, con 28,4 litros por metro cuadrado, de los cuales la mayor parte se produjeron en la tormenta de granizo que azotó a varios municipios ciudadrealeños aquel inolvidable 11 de agosto, con hasta 27,5 milímetros de lluvia y pedrisco.  

Estos datos son los más significativos de un verano que comenzó con la ‘normalidad’ del mes de junio, pasó a un mes de julio ‘extremadamente cálido’ y finalizó con un agosto ‘extremadamente húmedo’, según la calificación de la Aemet.

El periodo estival arrancó con valores habituales en la provincia de Ciudad Real en cuanto al termómetro de refiere, con una temperatura media de 23.3 grados. Sólo los 23.6 grados de Toledo superaron la media ciudadrealeña, más elevada que las acumuladas por Albacete (21.8), Guadalajara (21.6) y Cuenca (20.6). Sin embargo, en lluvias este sexto mes del año resultó ‘muy seco’, con apenas 0.8 litros por metros cuadrados, con diferencia la cifra más baja de la región, seguida por los 2.8 de Albacete y muy lejos de Toledo (7.4), Guadalajara (15.6) y Cuenca (17.0).

Adiós un verano meteorológico «muy peculiar»Adiós un verano meteorológico «muy peculiar» - Foto: Rueda VillaverdeEl calor apretó en el mes de julio, colocando las temperaturas en valores superiores a los normales, convirtiendo este mes en ‘extremadamente cálido’ en las provincias de Ciudad Real y de Toledo. De hecho, para la provincia fue el segundo mes de julio más cálido de la serie de datos, después de julio de 2015.

En este mes Almadén tuvo el ‘honor’ de registrar la temperatura más alta de Castilla-La Mancha en todo el verano, con 43.7 grados el día 26. El contraste lo daba la localidad guadalajareña de Siguenza, con una temperatura mínima de 1.2 grados el día 31 de agosto.

Ciudad Real, con 29 grados de media, fue la segunda capital regional con mayor temperatura, por detrás de Toledo (29.6) y por delante de Guadalajara (27.2), Albacete (26.5) y Cuenca (25.9).

Adiós un verano meteorológico «muy peculiar»Adiós un verano meteorológico «muy peculiar» - Foto: Rueda VillaverdeEn cuanto a precipitaciones, los escasos 5.0 litros por metro cuadrados caídos se situaban en el rango de la normalidad en este mes en Ciudad Real, muy lejos de la ‘humedad’ que sonrió a Cuenca y Albacete (18.8). 

El 11 de agosto condicionó todos los registros medios de la provincia en lo que a precipitaciones respecta. Aquel día cayeron en la provincia 27.5 litros por metro cuadrado de lluvia y pedrisco, de los 28.4 que se registraron durante todo el mes. Un dato que supone récord histórico para la Aemet, superando los 26.6 de 2003. Además, también suponen una ‘efeméride’ los 13.3 litros por metros cuadrados que registró aquel día el observatorio de Ciudad Real como intensidad máxima durante sólo diez minutos. Tampoco le anduvo lejos Abenójar, con 8.4 milímetros de agua.

En cuanto a temperatura media, agosto fue un mes ‘normal’, con un registro en Ciudad Real de 26.5 grados. El resto de capitales de provincia tuvieron medias más cálidas para lo que acostumbran, con liderazgo para Toledo (26.9), por delante de Albacete (25.8), Guadalajara (25.0) y Cuenca (24.5).

Todo este compendio de datos acumulados durante los tres meses estivales convierten este verano en Ciudad Real como «muy peculiar», en palabras de Paloma Castro, delegada territorial de la Aemet en Castilla-La Mancha.

 

APOR UN OTOÑO CÁLIDO Y SECO

Ciudad Real saluda hoy a una estación de otoño que, como augura la Agencia Estatal de Meteorología, promete ser de perfil cálido y seco, según la predicción que baraja. En concreto, la Aemet da un 50% de probabilidad de tener un otoño más cálido que la media, mientras que existe una probabilidad del 30% de que las temperaturas se queden en los valores habituales, y solo da un 20% de probabilidad al escenario de un otoño más frío. Unos porcentajes que se repiten con las precipitaciones, con mayor posibilidad de asistir a un otoño más seco que la media y menor de que sea más húmedo. Una predicción estacional que para los meses de septiembre, octubre y noviembre en Castilla-La Mancha coincide con la que se da para toda España.

Pese a esta previsión, Paloma Castro, delegada territorial de la Aemet, advierte que en ningún caso están descartados episodios fuertes y aislados como la tormenta de pedrisco que azotó Ciudad Real el 11 de agosto. «Ese tipo de episodios no tienen nada que ver con estas previsiones de tendencias y sólo se pueden detectar un día antes», recalca, insistiendo en el perfil «cálido y seco» de este otoño, según sus modelos predictivos.

Según la Aemet, durante la semana del 21 al 27 de septiembre continuará la influencia de frentes atlánticos, con precipitaciones generalizadas y abundantes en amplias zonas, sobre todo de la mitad norte peninsular. En cuanto a Ciudad Real, las temperaturas se mantendrán, con máximas de 25 grados, con un descenso desde el jueves y hasta el fin de semana, cuando los termómetros apenas llegarán a los 21 grados. Sólo se espera algo de lluvia durante el jueves.