A pesar de su juventud, Jesús Quirós Cortés ya sabe lo que es saborear el triunfo. Procedente de una familia de artesanos pasteleros  de Alcázar de San Juan, desde muy pequeño conoce lo que es la perfección y el trabajo, dos elementos fundamentales que le han llevado a conseguir que su pasta de té sea la mejor de Castilla-La Mancha en el Campeonato de España, celebrado en el mes de febrero en Sevilla y en el que participaron trece pastelerías de la región.        

Pero el reto no ha sido fácil. Atrás quedaron numerosas horas de trabajo y plena dedicación para conseguir además alzarse, en el mismo campeonato, con el décimo puesto a la mejor pastelería del país que elabora este tipo de dulce. «Toda una satisfacción y alegría», comenta orgulloso a La Tribuna, y más, relata, cuando ha sido la segunda vez que ha participado en este campeonato, que se realiza cada dos años y que en su última edición reunió a unas 260 pastelerías de toda la geografía nacional. En 2018, lo hizo con una pasta «diferente» a la de este año, que «ha sorprendido» al jurado. Y no es de extrañar, su sencilla forma de manzana y su intenso color verde llama ya la atención. Está laborada en tres texturas distintas: galleta de manzana potenciada con licor de manzana, una pasta de fruta de manzana con azúcar caramelizada y un crujiente de almendra,  chocolate blanco y vainilla. De esta forma, puntualiza, toda la acidez que tiene la manzana pasaba desapercibida con ingredientes como la almendra. «En todo momento hemos estado pensando que el producto iba a llegar a un Campeonato de España, pero también que la pasta podría ser la mejor de la comunidad autónoma, por lo que apostamos por diferenciar los ingredientes y evitar los típicos de otras regiones como las naranjas, muy tradicionales en la Comunidad Valenciana», argumenta Quirós. Y con ese objetivo como bandera, la pasta «impactó». Un pequeño bocado (la pasta es pequeña) que deja ese intenso sabor en la boca que era lo que Jesús, y su padre, también llamado Jesús, querían lograr, y lo lograron. Y es que Jesús no está solo en este camino, pues le acompañan en todo momento sus padres y su hermana, de quien, a pesar de la distancia, ha recibido siempre su apoyo. No es la primera vez que Quirós participa, junto a su padre, en un concurso, pero éste, lamenta emocionado, ha sido especial. «Me gustan mucho los concursos porque descubres  nuevas técnicas y formatos y aprendes pero éste ha sido especialmente difícil, pues «tuvimos que hacer la pasta el mismo día que falleció mi abuelo, el 16 de febrero. Después del funeral y con toda la tristeza del mundo nos tuvimos que poner a su elaboración», lamenta. Pero la mejor parte de toda esta historia, comenta, es que el premio a la mejor pasta de té de Castilla-La Mancha fue para ellos, «algo a lo que se lo debemos a mi abuelo, a quien también le gustaban mucho las manzanas»,  relata con emoción. «Quería ganar solo por la familia», subraya.  Una exquisitez que se puede adquirir en una cajita de seis u ocho pastas a un precio asequible en  la pastelería La Rosa, establecimiento que regenta junto con sus padres. Encima de la mesa, otros muchos  proyectos pero que de momento se han tenido que suspender por el estado de alarma que vive el país a consecuencia del coronavirus. Entre ellos, el concurso a la mejor torrija innovadora y tradicional de la Comunidad de Madrid, ya que «nuestra torrija gusta mucho y tiene mucha aceptación». En cierta parte también, por esa innovación que se le da en su pastelería, donde ofrecen sabores distintos como caramelo, avellana, etc. Sin duda, otro dulce bocado para los paladares más exigentes.