Quejas o denuncias por el elevado coste de la luz: ninguna, pero lo que sí ha habido son consultas». Esta es la valoración que hacen en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de la capital. Entre las llamadas hay «mucha gente» que quiere conocer qué es mejor: seguir con el mercado regulado o buscarse una comercializadora que dé el precio fijo. Se trata de una pregunta que no tiene respuesta, la OMIC no puede hacer esta recomendación, aunque sí informar a los consumidores que son libres de irse a una comercializadora, quizás no de dejarla en un tiempo porque suelen tener un periodo de permanencia y, sobre todo, que vigilen los aspectos añadidos del contrato, los mantenimientos, porque si luego se cambian de compañía estos permanecen, hay que pedir su cierre, y se debe ser consciente de su coste.

De hecho, uno de los pocos problemas nuevos que han atendido relacionado con la luz son algunas consultas de personas que habían recibido una factura de la luz elevada debido a que se habían cobrado dos recibos porque no había habido una lectura mensual. Desde la OMIC se han puesto en contacto con las energéticas que al considerar que el fallo era suyo optan por partir el recibo, sin mayor problema. Igualmente ha habido consultas porque se habían recibido dos facturas en un mes, pero se trataba del cobro de diferentes periodos, por el cambio de normativa. 

Desde la OMIC consideran que ha habido una buena información sobre los cambios en la factura eléctrica, tanto en el precio como en el modelo horario, lo que ha implicado que los usuarios hayan podido tomar decisiones conscientes para reducir su recibo. Con todo, la electricidad ha tenido denuncias como siempre, recuerdan desde la OMIC, aunque la telefonía es la que permanece en el número 1 de demandas realizadas por un servicio municipal que mantiene datos similares a los del año pasado, porque durante el confinamiento abrió.