Amuma aplaude que el cribado de cáncer de cérvix se amplíe

H. L. M. / LT
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El Consejo de Ministros aprueba garantizar la micropigmentación de la areola mamaria y el pezón en cualquier comunidad para las mujeres mastectomizadas

El aparato de micropigmentación del Hospital de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social aprobó el viernes en Consejo de Ministros cambios en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS) y que afectan sobre todo a las mujeres, ya que se incluye el cribado de cáncer de cérvix, que deberá estar en vigor en todas las comunidades autónomas en el plazo de seis meses, a partir del 1 de julio, y «plenamente operativo» en cinco años. Además, para las mujeres mastectomizadas incluye la micropigmentación como una técnica ortoprotésica y obligatoria en todo el territorio.

La Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha (Amuma) señaló que el cribado es clave porque «se trata de una medicina preventiva» y que puede salvar a mujer «desde los 25 a los 65 años». La organización recordó que se trata de un cribado que puede suponer un ahorro importante al sistema de salud y, de hecho, a él apela la Moncloa: «Los nuevos servicios se traducirá en un ahorro estimado para el Sistema Nacional de Salud de 20,5 millones de euros anuales debido al impacto positivo del cribado en la prevención y detección precoz del cáncer de cuello del útero».

En Castilla-La Mancha el cribado de cérvix comenzó en 2018 y en su primer año hubo más de 82.500 citologías vaginales, todas ellas relacionadas con el cribado. No obstante hay que tener en cuenta que «frente a la situación actual de un cribado de cáncer de cérvix esporádico a solicitud de la mujer, la orden establece un programa de cribado poblacional y determina la población diana, las características de la prueba de cribado y el intervalo entre exploraciones de acuerdo con la evidencia científica».

De este modo, el documento aprobado el viernes apunta que el cribado se realizará a las mujeres entre 25 y 65 años. El primer grupo, hasta los 34 años a través de citologías cada tres años. El segundo entre 35 y 65 años mediante la determinación del virus del papiloma humano de alto riesgo. En este caso, si la prueba es negativa, se repetirá la determinación a los cinco años. Si es positiva, se realizará una citología. «Esto tiene muchísima importancia igual que pasó cuando comenzó el cribado del cáncer de mama», comentaron desde la organización.

Micropigmentación. Por otra parte, con relación a las mujeres mastectomizadas, la orden explicita que la micropigmentación de la areola mamaria y el pezón forman parte de la reconstrucción mamaria con el fin de garantizar que esta prestación se ofrezca de forma homogénea en todo el Sistema Nacional de Salud, incluidas las mutuas. «Se trata de un paso importantísimo para nosotras porque se trata del penúltimo paso tras el tratamiento», por lo que es clave ver «una mama lo más parecido a como estaba antes». «No se termina el tratamiento hasta que no se incluye este aspecto», indicaron desde Amuma.