Jesús Astillero ‘El santo’ volvió a ser providencial para el Almagro en la victoria ante el Manchego (2-1). El portero del conjunto rojillo salvó a su equipo con varias intervenciones que despertaron la cerrada ovación de la grada del Manuel Trujillo, que tiene en el daimieleño a uno de sus grandes referentes.

El guardameta tira de humildad y recuerda que «fue un buen partido de todo el conjunto. Sabíamos lo que teníamos que hacer y aprovechamos nuestras oportunidades».

El reconocimiento del público fue «un momento muy especial para mí. Llevo tiempo ya en Almagro y se nota que la gente me quiere mucho. Estoy orgulloso de pertenecer a este club y sólo quiero devolver esa confianza que tienen depositada en mí».

Con 15 puntos, el Almagro es noveno con un colchón de 11 puntos sobre las posiciones de descenso, una situación «que ni nosotros ni nadie lo esperaba. Lo estamos consiguiendo con humildad y trabajo duro. Todo es fruto del trabajo bien hecho y de un grupo muy comprometido», explicó el daimieleño, que recalca que «tenemos un gran vestuario».

Además, Astillero subraya también la importancia de un técnico como Torreca: «Es un gran aval. Sabe llevar el vestuario, tanto en lo futbolístico como en lo personal».

En el bando mancheguista la sensación era de disgusto por la actuación del colegiado Pedro Díaz de Mera Escuderos, al entender que se había equivocado en decisiones claves en los goles locales y en un tanto anulado por fuera de  juego.