Una de las consecuencias que por el momento está dejando el coronavirus en la calle es el cierre de establecimientos regentados por ciudadanos chinos, principalmente bazares o tiendas de alimentación que tradicionalmente estaban abiertas durante todo el día y parte de la noche. Han echado la persina y en algunos casos han colgado un cartel en el que informan del cierre. Así ha constado este diario en establecimientos de la calle Morería, Lanza o Tinte, entre otros.

Otra imagen, por contra, estaba en supermercados de la capital. Estantes vacíos y carros llenos, a pesar de que nadie ha hablado de que la enfermedad pueda traer consigo problemas de desabastecimiento. Las medidas tomadas por el Gobierno para hacer frente a focos más descontrolados como Madrid o Vitoria ha llevado a los ciudadrealeños a los supermercados. Estanterias vacías, colas interminables a última hora de la tarde y primera de la mañana y un incesante chorreo de gente ha sido la tónica de los últimos dos días en los supermercados de la capital, los más grandes y los pequeños.

«Parece que vamos a la guerra», comentó ayer una cliente mientras esperaba en la cola de uno de estos hipermercados. Lo que había comprado le cabía en la mano y la hacía desentonar en un fila llena de carros hasta arriba. Para cuando esta cliente llegó a la caja, como ella misma explicó a la cajera, ya tenía claro que tal vez tendría que volver por la tarde a hacer una compra más grandes. «Me está empezando a dar miedo», dijo.

Coronavirus |Llamada a la calma entre cierres y compras - Foto: Fotos Rueda VillaverdeFrente a esta realidad otra, la de responsables de establecimientos revisando la falta de productos y explicando a los clientes que aquellos que falten se irán reponiendo casi de manera diaria, buscando transmitir un mensaje de tranquilidad. Aunque eso no evitó que la imagen de algunos supermercados resultara desoladora a medida que pasaban las horas y a la falta del papel higiénico o de agua se sumaran otros productos de  carnicería, congelados, carne o frutería. La respuesta de los empleados a los cliente: «Mañana volverá a haber producto».  

Desde uno de los supermercados Día incidían en que «las noticias del coronavirus han provocado que casi se duplique el número de clientes y eso, añadido a que se van más cargados de lo habitual, nos ha dejado sin algunos productos específicos», pero sólo por unas horas, «porque nos sirven a diario y hay abastecimiento suficiente como para no estar preocupados ni alarmarse».

A la calma también llamaban desde E’leclerc, que ante el incremento de clientes ha tenido que «reforzar la línea de cajeras», como explicó a La Tribuna Miguel Rojas, que aseguró que se está reponiendo producto a media que la gente lo compra. En este híper apenas si hay huecos en las estanterías, «y si falta algo, llegará mañana». Lo dice por el gel antiséptico que es justo lo que se les agotó ayer. También se ha notado el coronavirus en el lineal de la limpieza, donde las ventas de lejía se han incrementado considerablemente. En cuanto a las medidas que el hipermercado está tomando para combatir posibles contagios, en el caso de E.leclerc las cajeras van con guantes. «Es lo que nos han aconsejado desde Sanidad y así se está haciendo. Estamos en contacto con ellos y si es necesario tomar cualquier otra medida se tomará». Al margen del apellido que acompañe a cada supermercado, por el momento todos coinciden en que «no hay problema de desabastecimiento», aunque hay quien reconoce que las compras descontroladas si podrían llegar a provocarlo. 

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