Ciudad Real nunca ha podido presumir de tener entre sus deportistas a una gran figura nacional en el motociclismo de velocidad. Pero esto podría cambiar en un futuro no muy lejano. 

La afición a las motos sí existe, y esta semilla está empezando a germinar, con la aparición de jovencísimos pilotos que empiezan a despuntar en las categorías de formación. 

Es el caso de Alonso García Altamirano, un niño de sólo 8 años de edad ha completado su primera temporada en el Campeonato de España de Minivelocidad (110 cambio) y que este fin de semana cerrará el año corriendo el Campeonato de Andalucía y Cuna de Campeones.

Alonso ‘García18’, que es como se hace llamar en el paddock, ha sido este año el segundo piloto más joven del Nacional, y pese a ello ha estado ocupando puestos de relevancia, acabando entre los diez primeros de la clasificación. Un resultado muy satisfactorio que se traducirá en que la próxima temporada competirá en el campeonato Cuna de Campeones, además de hacer algunas pruebas de la Copa Dani Rivas.

El piloto ciudadrealeño desea seguir creciendo en este complejo deporte. - Foto: Foto cedida por Tomás GarcíaLa trayectoria de Alonso García está siendo meteórica, subiendo peldaños y demostrando su talento y potencial. Pero detrás de todo también hay dedicación, trabajo y sacrificio, además de vocación. En el garaje de su casa siempre ha habido motos, y desde muy pequeño se sintió atraído por ellas. Su padre, y sobre todo su tío, le animaron a competir, algo que hizo desde que la ley se lo permitió, a los 6 años. Desde entonces, el pequeño Alonso no ha dejado de entrenar, de prepararse encima de la moto, con el respaldo total de sus padres. Los dos se turnan para llevarlo dos veces por semana a la Gadea33School, la escuela de pilotos de Sergio Gadea, con sede en Tarancón (Cuenca). Dos horas por carretera de ida y otras dos de vuelta a Ciudad Real, a las que hay que sumar todas las carreras del fin de semana. «Le encanta pilotar. Cuando es día de carrera se levanta feliz», destaca Tomás García, su padre, un hombre encantado de hacer este esfuerzo por su hijo, sin olvidar el sacrificio económico.

El gran referente de Alonso García es Marc Márquez, un espejo en el que se mira, viendo reflejada su imagen dentro de unos años. De momento va por la trazada correcta, acelerando con decisión para llegar a una meta que, pese a su extrema juventud, tiene muy clara: convertirse en un gran piloto.