El mes de febrero del año 2020 ha sido el más cálido del último lustro y casi de toda la historia en la provincia de Ciudad Real. La temperatura media se situó en los 10,7 grados, 2,7 más que la media del mes, lo que conlleva el calificativo de muy cálido. Por hacer una idea, la temperatura media más alta para un mes de febrero se dio en 1990, cuando hubo 10,9 grados. Así lo indican los datos publicados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su página web que muestran un resumen climatológico tórrido en Castilla-La Mancha con variaciones superiores a los tres grados en algunas provincias, como Cuenca, y el calificativo de un mes extremadamente cálido en muchas zonas.
Por hacer una idea, uno de los motivos por los que no se habla del récord de temperaturas en la provincia es gracias a que se recogió algo de lluvia en febrero, solo 1,7 litros por metro cuadrado, menos de un 25% de lo normal. En aquel 1990 de máximo histórico no cayó ni una gota en sus 29 días, ya que también fue un año bisiesto.
En una comparativa con los datos de los últimos años, la temperatura media en 2019 fue de 9,2 grados y en 2018 de 6,6. En los datos de la web de la Aemet, que se remontan a ese 2013 no existe un mes en el que la temperatura media alcanzase las dos cifras, con la excepción de ese 1990 y de 1946, que fue el mes más cálido antes que el Observatorio cambiase de sede, con 10 grados de media.
Con todo, el de este año no ha sido el invierno meteorológico más cálido ya que la temperatura de diciembre a febrero en 2016 se situó en los 8,7 grados. En este 2020 la temperatura media de esos meses es de 8,6 grados, lo que supone 2,3 grados más respecto a la media de la década 2000-2010, que es el periodo de referencia. Hay que tener en cuenta que pese al calor no ha sido un invierno tan seco como el del año pasado. Entre los tres meses se han recogido 79,7 litros por metro cuadrado, cuando en 2019 se recogieron 29,5 litros por metro cuadrado.
Estas cifras han supuesto que haya cambios en la fenomenología y que en la provincia de Ciudad Real, por ejemplo, el almendro haya florecido más temprano, aunque no ha sido la floración «más temprana de siempre», como recuerda el responsable del observatorio de la Aemet, Eduardo Portero. «El año pasado, el comienzo de la floración fue alrededor del 15 de febrero y este año se ha tenido el 7», indicó el responsable de la Aemet. Con estas fechas se puede decir que se ha adelantado unos diez días en comparativa con el año pasado. En el 2018, los almendros florecieron a finales de febrero, ya que hay que tener en cuenta que este árbol oscila su floración a lo largo de todo este mes. La más temprana de los últimos años es la de 2016, que se dio entre el 5 y 6 de febrero.
Además del calor ya referido existen otros aspectos que han sido claves en este adelanto como las heladas, que han sido de 15 días, respecto a las 30 del invierno pasado. Además todas las de este año se produjeron en Navidad y en los días posteriores, salvo el 27 de enero.