Tomás Pina (14-10-1987. Villarta de San Juan) está viviendo este periodo de confinamiento en Vitoria. El centrocampista del Deportivo Alavés se encuentra en pleno proceso de recuperación de la operación a la que se sometió tras fracturarse el peroné de su pierna izquierda el pasado 7 de diciembre ante el Granada. La intervención resultó un éxito y su reaparición estaba prevista para el mes de abril, un asunto que ahora él mismo asegura queda “en un segundo plano. Es cierto que he ganado algo de tiempo con este parón porque cuando se reanude yo, en principio, ya estaría disponible, pero eso ahora no es lo importante”, reflexiona.
De hecho, se siente como “un privilegiado”, ya que debido a este trabajo de recuperación posee un permiso del club para trasladarse desde su domicilio hasta las instalaciones del Deportivo Alavés para continuar rehabilitándose con un readaptador. “Salir al campo y correr un poco al aire libre me está dando la vida”, admite.
Vitoria fue uno de los primeros focos de contagio y, de hecho, a raíz del encuentro que disputaron Alavés y Valencia se confirmaron tres casos positivos en la primera plantilla y alguno más entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico. “Todos ellos están asintomáticos”, anuncia el manchego, que admite la preocupación que vivieron en el equipo durante esos días, ya que habían compartido instalaciones, entrenamientos… El propio Tomás Pina se sometió a las pruebas, dando negativo. “E el club extremamos las medidas mucho antes de que todo estallase y creo que eso ha impedido que las consecuencias fueran peores”, relata.
Los propios integrantes de la primera plantilla han iniciado una campaña solidaria para donar dinero con el fin de proteger a los profesionales que trabajan en primera línea de la Organización Integral Sanitaria de Álava (OSI Araba) contra la pandemia de coronavirus.
La idea de la colecta nació en el equipo del traumatólogo Mikel Sánchez, en el que los médicos Orlando Pompei y Jorge Guadilla lideraron la iniciativa para comprar material para sus compañeros del servicio público de Vitoria.
En cuanto a su recuperación, asegura que “voy bien, aunque siento aún alguna molestia que no termina de irse”. En lo personal, mantiene contacto a diario con su madre y su hermana, que viven en Madrid, así como con amigos y ahí es donde extrae una conclusión positiva. “Como ahora todos tenemos más tiempo estamos aprovechando para recuperar o estar más en contacto con familiares y amigos”, señala.