La tradicional celebración del Día Internacional del Trabajador cada 1 de mayo queda soslayada por las medidas de confinamiento, pero las reivindicaciones se mantienen con todo su fuerza con la persona en el eje de las políticas laborales que reclaman los sindicatos. Así, CCOO y UGT insisten en plantear un nuevo modelo productivo que gire en torno al trabajador en lugar de fijar la mirada en la economía de mercado.
El responsable provincial de UGT, Manuel Sobrino, mantiene que “en la anterior crisis las inversiones fueron destinadas a reforzar la estructura económica y ahora deben ir a dirigidas a los ciudadanos, que son lo fundamental. Será la única salida a la pandemia”, mismo mensaje que mantiene el secretario provincial de CCOO, José Manuel Muñoz, que ha incidido en que “cuando salgamos no podemos caer en el error de despreciar a los servicios esenciales con bajos salarios. Hay que inyectar liquidez para las empresas, pero también se tiene que trasladar esta inyección en mantenimiento de empleos y mejoras salariales. No se puede rescatar sólo a los empresarios. No se puede dejar a nadie en segundo plano”.
Ambos han hecho hincapié en todos los trabajadores asociados a los servicios esenciales, que han “demostrado que no son sólo esenciales sino extrictamente necesarios para cuidar de nuestra sociedad”. Personal de limpieza, vigilantes jurados, personal de mantenimiento, personal asociado a la cadena agroalimentria, personal de transporte, servicios telefónicos, medios de comunicación, servicios públicos… son algunos de los colectivos enumerados dentro del reconocimiento que lanzan CCOO y UGT. Muñoz añadía que la difícil situación laboral con la tramitación de “4.900 ERTE en la provincia que afectan a más de 19.500 personas. Hay gente que está cobrando muy poco de prestaciones que no les permite vivir dignamente. Habrá que tratar a los trabajadores como se merecen. Si hay que prorrogar esos ERTE se puede hacer, pero que en ningún caso se pierda el empleo”.
Sobrino añadía que “tiene que haber un cambio de papel económico de la Unión Europea, estaba haciendo una Europa de mercado y no les va a quedar más remedio que hacer una Europa de personas” y focalizar los esfuerzos en políticas sectoriales, y Muñoz recordaba que “cuando salgamos no podemos caer en el error de despreciar a los servicios esenciales con bajos salarios”.