Tal y como lleva anunciando los últimos días, el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha presentado hoy su batería de rebaja de impuestos para la región. En algunos casos lo rebaja hasta el punto de hacerlos desaparecer, como en el caso de la compra de suelo industrial cuando sea propiedad de las administraciones públicas y se adquieran para que se instale un autónomo o una pequeña empresa. "Eliminemos ese impuesto", señaló desde la tribuna de las Cortes.

También insiste en que se baje el tramo autonómico del IRPF y elevar el mínimo familiar y personal. Calcula que así "una familia media puede ahorrar 500 euros al año". En el ámbito de la vivienda quiere deducciones del 15% para rehabilitación cuando sea en un casco histórico o si la adquieren jóvenes en zonas rurales poco pobladas. El impuesto de transmisiones patrimoniales también lo pide reducir en términos generales y de manera amplificada en la vivienda en zonas rurales y para familias numerosas. 

Al consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, no le salen las cuentas con las propuestas que hace Núñez. Dice que su rebaja del IRPF supone una reducción de 8 euros para rentas inferiores a 12.000 euros y de 800 euros para rentas superiores a 53.000 euros. "Se lo bajan a quien más tienen", avisó. 

Ruiz Molina señala que todas estas reducciones de impuestos supondrían que la Junta dejaría de recaudar 300 millones y se pregunta de dónde lo recortaría. "Como gobierne el PP y lleve a cabo la propuesta fiscal está haciendo, tengan por seguro que se va a bajar el salario a los empleados públicos y va a despedir a los interinos", señaló. Insistió en que los perjudicados serán los funcionarios. 

El diputado de Ciudadanos, Javier Sevilla, se alineó con las tesis de rebajar impuestos sobre todo en casos concretos como el de Sucesiones. "Es un impuesto sobre la muerte", señaló, "sobre bienes que han pagado muchos impuestos, que después de heredar seguirán pagando renta, IVA o IBI".