La competición acaba de empezar y el camino hasta la meta es muy largo, pero el de hoy es uno de esos partidos que pueden condicionar la trayectoria de un equipo. El Viña Albali lo sabe y de ello se ha mentalizado durante toda la semana. Vencer hoy al Córdoba en el Virgen de la Cabeza significaría acabar con el peso que supone no haber logrado aún una victoria, sumar tres puntos de golpe y evitar que los sume un rival que, sobre el papel, se puede considerar como directo para los manchegos. Por ello, ganar hoy podría significar el inicio del despegue definitivo del conjunto de David Ramos.

Pero una semana más, este objetivo habrá que intentarlo con una plantilla corta por las ausencias ya asumidas de los hermanos García y las dificultades que está encontrando el club para reforzarse en un mercado en el que apenas hay retales. Recuperados ya José Ruiz y Rafael Rato, la incógnita se sitúa en Pablo Ibarra, que sigue arrastrando importantes molestias en su empeine. «Lo está intentando por todos los medios, pero yo soy bastante escéptico», reconocía su entrenador. Además, Nano sufría un golpe en el talón que no debería impedir que juegue.