La Inspección de Trabajo impuso el pasado año un 21 por ciento más de infracciones en la provincia de Ciudad Real con respecto al ejercicio anterior. Este organismo, que depende del Ministerio de Trabajo y Economía Social tramitó hasta 727 infracciones a lo largo del 2021, frente a las 600 que se impusieron durante el ejercicio anterior, lo cual también se ha traducido en el incremento de la cuantía de esas multas, ya que las sanciones han pasado de 2.052.944 euros a 2.669.264 euros, un 30 por ciento más, según los datos de balance del ejercicio facilitados a La Tribuna desde la Inspección de Trabajo en Ciudad Real.
Aunque el incremento de infracciones no se pueda atribuir a una causa concreta, hay que tener en cuenta la parálisis laboral que se sufrió especialmente entre los meses de marzo a junio de 2020, debido al confinamiento que se impuso por la pandemia de coronavirus, lo que echó el freno a la actividad de muchas empresas. En este sentido, se pone de relieve que las infracciones detectadas en 2020 están lejos de las de ejercicios 'normales', esto es, previos al COVID, como es el caso, por ejemplo, de las 946 impuestas en 2016 o las 911 de 2018.
La Inspección de Trabajo siguió desarrollando su labor y poniendo la lupa en aquellas empresas que pudieran estar incurriendo en infracciones en los distintos ámbitos en los que tiene competencia este organismo. Uno de ellos es el relativo a la Seguridad Social y en este caso la infracción 'estrella' es la ocupación de trabajadores que no han sido dados de alta, lo que siempre lleva aparejado la imposición de una sanción, del mismo modo que las altas fuera de plazo o el emplear a perceptores de desempleo. Además, hay que tener en cuenta que la Inspección de Trabajo también vigila lo relativo al cumplimiento de los permisos de trabajo de extranjeros, de las condiciones para la prevención de riesgos laborales, cuyos incumplimientos pueden ir de la mano de accidentes de trabajo, o los correspondientes a las relaciones laborales, con el control de los tiempos de trabajo, cuya infracción también da lugar a sanciones.
De este modo, el número total de órdenes de servicio finalizadas en el ejercicio 2021 por la Inspección de Trabajo de Ciudad Real llegaron hasta las 3.573, lo que en este caso supone 9,86% menos que en el pandémico año 2020, cuando se contabilizaron 3.964.
Por otra parte, como es habitual, y dado el peso que tiene el sector primario en la provincia, la Inspección de Trabajo desarrolla campañas de control que en el caso de 2021 se cifraron en 228 y que suelen hacerse coincidir con las principales campañas de recogida de productos agrarios. Al igual que viene sucediendo desde hace años, La Inspección activa una campaña específica para la recogida de la aceituna, que arrancó en noviembre y que se suele desarrollar hasta finales de enero o febrero, según el volumen de cosecha o de las condiciones meteorológicas.
Los ERTE.
La irrupción de la pandemia activó el mecanismo de los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo), un paraguas de protección ante la crisis económica, también tiene su reflejo en las actuaciones desarrolladas este año, aunque en esta ocasión es para rebajar el trabajo de la Inspección. El balance de fin de año marca un descenso en relación a 2020, cuando se produjo la gran eclosión de los ERTE, ya que muchos trabajadores se fueron incorporando a su puesto de trabajo a medida que mejoraba la situación epidemiológica. En este sentido, contrastan los 348 expedientes iniciados en 2020 relativos a los ERTE, frente a los 109 de 2021, del mismo modo que también hubo menos visitas (177 frente a 143) e infracciones, que pasaron de 33 en 2020 a 18 durante el ejercicio pasado, con el consecuente descenso de las multas impuestas:de 169.656 a 98.143 euros. Del mismo modo, las inspecciones en este ámbito permitieron la transformación de 12 contratos en 2020 y de dos más el año pasado, según los datos facilitados a este diario.