La edil de Medio Ambiente se ha puesto ‘tarea’ para esta legislatura. Una de ellas será la modificación de la ordenanza municipal de Ruido para su adaptación a la ley nacional, que data del año 2003. Mariana Boadella reconoció que es una cuestión que está «pendiente» y que su objetivo es abordarla en este mandato, a pesar de la ardua tramitación que requiere. 

En este sentido, explicó que ya existe un borrador que se promovió en la etapa de Manuela Nieto y que una vez que haya pasado por todos los servicios municipales oportunos, se reunirá con los distintos colectivos, como vecinos y hosteleros, para tratar de sacarla adelante con consenso. 

La edil explicó que se tendrá que transponer la directiva nacional a la ordenanza municipal en los casos que sea obligatorio, mientras que en cuestiones de calado municipal, como la declaración de ZAS, dependerá de los datos que arroja el mapa de ruido.   

La modificación de esta normativa municipal fue uno de los compromisos contemplados en las medidas correctoras de la ZAS, una vez que el equipo de Gobierno de la etapa anterior aprobó dicha declaración de saturación ambiental tras su caducidad. Otras de las medidas fue el cambio del horario de los after hour o la retirada de los bancos de la calle Hidalgos.