280 presos participan en programas de reinseción

Pilar Muñoz
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120 presos de Herrera de La Mancha están en un programas de desahabituación, treinta en uno de violencia de género y ocho en otro específico para agresores sexuales

280 presos participan en programas de reinseción - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Más de 280 presos que cumplen condena en las prisiones provinciales de Herrera de La Mancha y Alcázar participan en alguno de los doce programas específicos de intervención  para corregir conductas y también de atención a enfermos y problemas de adicción.

Según han informado a este diario desde Instituciones Penitenciarias, las cárceles ciudadrealeña desarrollan programas terapéuticos y de rehabilitación para evitar la reincidencia. Uno de ellos va dirigido a condenados por delitos de agresión sexual y, según han indicado a La Tribuna otras fuentes penitenciarias, en Herrera participan en estos programas de forma voluntaria ocho presos y dos en el penal alcazareño. Una cifra baja si se tiene en cuenta el número de condenados por violación y pederastia, sobre todo en Herrera de La Mancha. No obstante, no deja de ser un logro que ocho estén de forma voluntaria en un programa específico para agresores sexuales.

 Mayor es el número de los reclusos que participa en el curso de violencia de género. En Herrera de La Mancha hay tres grupos de diez internos y cuatro reclusos que están en Alcázar por delitos de violencia de género.

Los programas de deshabituación cuentan en la actualidad con 120 presos en Herrera de La Mancha y 7 en Alcázar. También hay otros 32 en el programa de metadona. Dentro del capítulo de las adicciones, Cruz Roja también lleva a cabo programas en las cárceles. En Herrera atiende a 25 presos que quieren dejar el alcohol.

En la prisión alcazareña son siete los reclusos que asisten al programa de alcoholismo.

Proyecto Hombre también atiende a 26 y 8 presos de Herrera de La Mancha en dos programas de deshabituación y 7 en la cárcel de Alcázar . Proyecto Hombre ofrece un tratamiento de rehabilitación a las personas privadas de libertad con problemas de adicción. Hay un módulo terapéutico, aislado del resto de reclusos, libre de drogas y donde trabajarán de forma conjunta y coordinada el equipo terapéutico-educativo de Proyecto Hombre y el de profesionales del centro penitenciario.

El programa Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales (PAIEM) ayuda a siete reclusos del penal manchego. En plena inclusión hay diez.

Desde Instituciones Penitenciaria indican a este diario que se llevan a cabo programas de desahabituación de drogas, alcohol, tabaquismo y juego patológico. Otros programas van dirigidos a enfermos mentales o discapacitados.

En Herrera son una docena y en la cárcel de Alcázar de San Juan once. Instituciones Penitenciaria no indica el número de presos que participan en los programas porque «dada la intervención necesaria para la consecución de los fines perseguidos en cada programa, éstos tienen una duración que varía en función de múltiples aspectos».

Explican que «la programación de cada actividad generalmente se hace con una previsión de duración de meses o años» y, por ello, no pueden concretar el número de internos que han participado en los programas que han estado todos ocupados.