Además de la alegría por la victoria ante el Campillo (2-1), en el Atlético Tomelloso saltaba otra sorpresa, el regreso al club de Raúl Calero. Es un jugador muy joven, que se desenvuelve en la parte de atrás y con todo un futuro por delante. No pudo desarrollar todo su potencial por lo atípico de la temporada y la clausura antes del final, pero en los 22 partidos (de 26) que jugó en el primer equipo de Tomelloso demostró su calidad y su aporte tanto defensivo como ofensivo.
En la temporada pasada Raúl Calero jugó 22 de las 26 jugadas que se disputaron. Faltó por molestias en las jornadas 9, 10 y 13 y por acumulación de amonestaciones en la 25. En esas 22 jornadas jugó siempre de titular, un total de minutos de 1.980. Marcó dos goles (jornadas 6 y 24) y recibió cinco cartulinas amarillas (jornadas 12, 18, 21, 23 y 24), lo que motivó un partido de sanción en la jornada 25.
Dejó constancia de su saber hacer, de su colocación en el campo, de su aporte ofensivo a pesar de jugar de defensa y, sobre todo, por su personalidad. Todo amabilidad y compañerismo dejó una gran huella en el equipo. Todos sintieron su marcha al Calamocha de la Tercera División aragonesa y ahora, tras una inoportuna lesión, ha dejado el club turolense para volver a Tomelloso.
Seguro que su aportación será más que positiva tanto en defensa como en el centro del campo y dejando su sello de calidad aportará mucho a un equipo que va a más y que seguro que esta incorporación dará mucho que hablar en lo que resta de temporada.