Marzo se viste de mujer en el museo

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El Provincial y la Merced acogen charlas, exposiciones y proyecciones centradas en el papel de la mujer en la historia

El Museo de Ciudad Real se suma a la celebración del Día Internacional de la Mujer que tiene lugar el 8 de marzo y para el que se han preparado una serie de actividades que se llevarán a cabo durante todo el mes. La primera de ellas tendrá lugar mañana mismo, a partir de las 20 horas con la proyección del documental Tras el candil, a la que seguirá una charla-coloquio dirigida por la profesora de Antropología de la UNED Ana Isabel Trujillo Rodríguez y por el profesor de Antropología de la UCLM Javier García Bresó.

«Dirigido por Ana Trujillo, Luis Mansilla, Ana Gallego-Preciados y Ana Pozo, este documento antropológico es una historia coral realizada mediante entrevistas a 25 mujeres que narran cómo era su día a día, sus angustias, sus miedos y esa actitud de respeto al hombre que se jugaba la vida cada día bajando a la mina» destacan desde el museo, que realiza la proyección en colaboración con la Asociación Amigos del Museo de Ciudad Real - Convento de La Merced.

Ya el viernes 8 se inaugura una nueva actividad de carácter bimestral titulada ‘Patrimonio Oculto’ con la que el museo mostrará fondos que habitualmente se encuentran en los almacenes. «Así tendremos la oportunidad de ver las novedades arqueológicas procedentes de las excavaciones sistemáticas realizadas en yacimientos de la provincia, patrimonio recuperado gracias a restauraciones recientes o préstamos de particulares y otras instituciones». Este mes la protagonista de la actividad es la mujer y se podrán ver los enterramientos femeninos de la necrópolis ibérica de Alarcos.

A partir de ese mismo viernes, el Museo propone el itinerario temático ‘La mujer íbera’, con la que a través de una selección de piezas de la exposición permanente «podrá realizarse una visita con perspectiva de género, visibilizando a la mujer íbera y otorgándole la importancia que tuvo en las transformaciones socioculturales de su época». La mayoría de estas mujeres -aseguran desde el Museo, «permanecieron en los poblados al cuidado de la casa, de los hijos y ancianos pero también de la tierra y del ganado cuando los hombres hacían la guerra. Trabajos de reproducción y mantenimiento que se han minusvalorado a lo largo del tiempo pero que, sin duda, han sido fundamentales, al igual que los desarrollados por el hombre, para la supervivencia y desarrollo del grupo».