Cáritas alerta sobre la cronificación de la pobreza

C. de la Cruz
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Los diferentes programas de la organización solidaria de voluntariado de la Iglesia Católica superaron el pasado año las 8.000 personas atendidas en la provincia, 700 más que las auxiliadas a lo largo de 2017

Imagen de una persona pidiendo limosna en una calle céntrica de Ciudad Real - Foto: Rueda Villaverde

Los diversos programas de acción social de Cáritas Diocesana de Ciudad Real atendieron el pasado año a un total de 8.019 personas en la provincia,  un número superior al anterior ejercicio y que para el organismo supone la «cronificación» de la pobreza, tal y como apunta su secretario general, Ángel Ruiz-Moyano. 

En la presentación de su memoria institucional, Cáritas presentó un balance desalentador. Los diferentes programas atendieron a  700 personas más el pasado año que  los que se acogieron a los diferentes proyectos sociales de la organización eclesiástica en 2017. Así, Ruiz-Moyano insistía en que se «está produciendo una situación parecida a la del inicio de la crisis, se están normalizando cosas que no están bien, como trabajos por 400 euros, personas que están incluso peor que antes». 

Además, las cifras «se sitúan a niveles parecidos a 2010», expuso el secretario de Cáritas. El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, incidió en este problema, del que destacó que «debajo de la situación de pobreza subyace una falta de valores, hay que realizar un esfuerzo grande para recuperarlos». 

al detalle. El Programa de Acogida y Acompañamiento fue el que más personas atendió en 2018:4.565. El mayor volumen de ayudas fueron económicas a través de alimentos, ropa, calzado o gastos de la vivienda, entre otros. De la cifra ofrecida por Cáritas, el 40% correspondió a hombres y el 60% fueron mujeres, mientras que en el desglose de nacionalidades el 45% fueron españoles y el 55% migrantes; 1.090 personas fueron atendidas por primera vez. 

Además, también se asistió a 947 temporeros; a 293 personas en zonas rurales; se llevaron a cabo 530 acompañamientos dentro del Programa de Mayores; se realizaron 57 talleres educativos con la participación de 840 personas y también se apoyaron 17 proyectos en 11 países dentro del Programa de Cooperación Internacional. 

Dentro del Área de Inclusión se ayudaron en 2018 a 1.587 personas. Cáritas, a través de su Programa de Personas Sin Hogar, insiste en la articulación de mecanismos que faciliten la plena inserción con la incorporación activa en la sociedad de todas las personas que se encuentran en esta situación. 

Por su parte, el Programa de Atención a Personas con Adicciones auxilió a 773 personas. Ruiz-Moyano destacó que «se trata de un recurso necesario, pero no termina de estar suficientemente financiado», en alusión también al difícil encaje de esta problemática en el conjunto de las administraciones públicas, ya que «se encuentra a caballo entre la Consejería de Sanidad y la Consejería de Bienestar Social. Es un problema invisible, pero muy importante». La labor realizada por Cáritas se extiende a las prisiones de Herrera de la Mancha en Manzanares y Alcázar de San Juan. 

Dentro del Programa de Empleo se ayudó a 564 personas, de las cuales el 75% fueron mujeres. Entendido como ayuda de expresión de la dignidad de la persona y con el reciente reconocimiento como agencia de colocación, la empresa de inserción Reiniciar Alternativas Solidarias mantiene actualmente a cuatro personas contratadas. 

En total, 8.019 personas, que recibieron en su conjunto 72.525 ayudas.

Todo este amplio abanico de acción social no sería posible sin las 1.545 personas voluntarias. Melgar destacó la labor de Cáritas como «el cauce oficial a través del cual se canaliza la caridad de la Iglesia», y aludía a que la exposición de estos datos «no es presumir, sino dar a conocer todo lo que hace la Iglesia». Por su parte, el director de Cáritas Diocesana, Fermín Gassol, destacó los «elementos diferenciales ante cualquier otra organización humanitaria de voluntariado».