La seguridad informática irrumpió en la vida de los españoles en mayo de 2017 con Wannacry, el programa informático que afectó a grandes empresas y que supuso que muchas personas comenzaran a instalar equipos de seguridad y que todos los negocios sumaran a sus gastos el respaldo informático y la seguridad de sus equipos. El 2018 fue, por lo tanto, el año de la seguridad pero el 2019 se puede entender como la época en que se inició una cierta relajación. Así lo atestiguan al menos los datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) que muestran que de enero a diciembre del pasado año más de un millar de equipos informáticos comenzaron a tener problemas de seguridad en toda la comunidad. Se pasó de 6.124 a 7.330 de media, casi un 20 por ciento de aumento, en esos meses.
El Incibe ha realizado cambios en su modo de contabilizar los ciberataques, lo que impide realizar comparativas del año pasado con los anteriores, ya que ha modificado los términos de recursos comprometidos por activos tecnológicos con problemas de seguridad. Estos son «cualquier equipo, sistema, servicio o red que puede verse afectado o estar relacionado con alguna actividad maliciosa». A modo de ejemplo, se trata de equipos donde se alojan páginas de redirección a un phishing, descarga de malware, envío de spam o filtración de datos. Antes se contabilizaban incidentes de ciberseguridad, cualquier suceso que afectara a la confidencialidad, integridad o disponibilidad de un equipo, mientras que ahora se contabilizan los ordenadores que presentan algún problema de seguridad. Pese a todo, dentro de 2019 se muestra cambios generales en la situación de la provincia ante la ciberseguridad con esos 1.200 equipos que se han unido a los que tienen problemas de seguridad. Hay que tener en cuenta que las cifras del Incibe son la punta del iceberg, ya que se trata de equipos que colaboran con el Incibe, al que aportan su información.
El incremento en Ciudad Real es similar al que se ha producido en Castilla-La mancha donde se ha pasado de 25.709 activos informáticos con problemas de seguridad detectados, a 27.105. Castilla-La Mancha se encuentra en la décima posición de España, en equipos con estos problemas, dentro de un ránking que lideran Madrid y Cataluña, con el 20% de todos los equipos. En la comparativa regional Ciudad Real es la segunda provincia, mientras que Toledo lidera las cifras con el mayor número de activos afectados por problemas de seguridad, con un total de 9.523 de media.
La distribución de incidentes deja Ciudad Real como el municipio más afectado con un 30% de todos los detectados. El liderazgo no varía desde enero hasta diciembre, en cada informe cuatrimestral presentado por la entidad. La segunda posición ha cambiado en 2019, ya que arrancó con Alcázar de San Juan, con más de un 10% de equipos, pero a partir de mitad de año Tomelloso y Puertollano tomaron su posición, ambas con más de un 10% de todos los sistemas con problemas de seguridad, más de 700 en cada municipio. La principal amenaza descubierta en todos los equipos se trata de Arrkii SDK, un malware instalado y que al instalarse junto a una app obliga a dar click o ver cierta publicidad en los equipos. El segundo es Elex, igualmente un malware cuyo objetivo es monetizar los anuncios. Se trata de dos aspectos que muchas personas padecen cuando navegan por la web. El tercero, de hecho, es Crosrider, igualmente un software encargado de publicidad. El cuarto es Conficker, otro servicio de similares características que hasta el año pasado liderada estos datos.
Incibe cuenta con servicios dedicados a atajar estos problemas de seguridad como la Oficina de Seguridad del Internauta de Incibe (www.osi.es) donde además de información hay herramientas gratuitas como su AntiBotnet. Además a través de Protege tu Empresa, Incibe ofrece a grandes empresas, pymes y autónomos sus servicios con el objetivo de proporcionarles la información necesaria para prevenir, proteger y responder ante estos incidentes.