El Club Voleibol Kiele Socuéllamos, que por segunda temporada consecutiva militará en la Superliga Femenina, máxima categoría del voleibol femenino español, se mantiene a la espera de conocer cómo se podrá iniciar la competición, prevista para el primer fin de semana de octubre en el pabellón Gran Gaby y frente al Haro. El club ya lo tiene todo preparado para la primera toma de contacto la semana que viene, incluida la realización de los test anti-COVID antes del inicio de los entrenamientos, que se realizará siguiendo el borrador comunciado por la Federación Española a las entidades. En lo deportivo el equipo socuellamino, que continuará entrenado por Chema Rodríguez, buscará dar un salto de calidad que le permita disputar tanto la Copa de la Reina como el play off por el título. Sin embargo, el quebradero de cabeza para los directivos viene en el aspecto extradeportivo, tal y como relata su presidente, Kiko Santos. "Que haya público en los partidos va a ser muy importante. Sin público estaríamos muertos, prácticamente podríamos decir que el club estaría abocado casi a su desaparición", alerta. La normativa en Castilla-La Mancha permite público, pero con un tope del 50% de aforo y un máximo de 100 personas en instalaciones bajo techo, una cifra que muchos clubes están intentando aumentar en función de las características de cada pabellón. "A nosotros nos parece bien el 50%, pero sin tope de personas. Con los ingresos de abonos, rifas, el bar y las vallas publicitarias nosotros podríamos sacar adelante el presupuesto. Pero con cien personas en el pabellón como máximo pues habrá muchos anunciantes que no considerarán rentable pagar por una valla", analiza Santos. En este sentido, el club intentará explotar las opciones que permiten que los partidos como local sean televisados por la televisión regional y por el streaming obligatorio de la Federación Española.