Carlos Jiménez (2-2-1992. Puertollano) forma parte desde esta temporada del cuerpo técnico del Movistar Team. A punto de cumplir 29 años, su formación como licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte con un Máster de Alto Rendimiento en Deportes de Resistencia, unida a su experiencia reciente como ciclista profesional le abrieron las puertas de la estructura ciclista más grande y laureada del ciclismo español. 

Como deportista, completó su etapa juvenil en el equipo Fenavin y poco a poco fue subiendo escalones hasta llegar a profesionales, en los equipos Caja Rural, Boavista y Burgos-BH, donde se retiró en 2017. 

«Cuando colgué la bicicleta lo importante fue que la decisión la tomé yo y pude seguir estudiando. Cada vez estoy más convencido de que en aquel momento hice lo correcto, aunque muchos ciclistas que tenían peores resultados que yo llegaron más alto, pero hay que saber aceptarlo», resume Jiménez, afincado ahora en el País Vasco y que en 2020 fue padre de un niño llamado Oroitz.

Carlos Jiménez, con la campeona de Europa, la holandesa Anemiek Van Vleuten, durante un entrenamiento. - Foto: LTSu relación profesional con el exciclista profesional Patxi Vila, ahora Jefe de Rendimiento del Movistar, le permitió entrar en un selecto grupo de entrenadores integrado únicamente por cinco personas y que, junto a mecánicos, fisioterapeutas, médicos, nutricionistas, osteópatas o biomecánicos se encargan de una preparación integral del deportista.

Recientemente participó en Almería en una concentración de dos semanas con los integrantes de los equipos masculino y femenino, aunque por una cláusula de confidencialidad no puede desvelar con qué diez deportistas está más volcado. 

«Siento un 50% de responsabilidad y un 50% de oportunidad», confiesa el puertollanero, que admite que la incertidumbre por la evolución de la pandemia, con constantes cambios en el calendario, está complicando mucho la preparación del equipo, que en principio tenía previsto debutar en la Vuelta a la Comunidad Valenciana, programada para la semana que viene y que fue aplazada ayer.

El puertollanero, junto al director deportivo Max Sciandri y un mecánico del Movistar. - Foto: Rafa Gómez (@photogomezsport)En sus primeras semanas en la escuadra navarra, lo que más le ha llamado la atención es «el gran grupo que hay detrás de cada corredor. Como ciclista yo no pude vivir eso, los medios eran mucho más limitados, pero ahora puede haber hasta ocho personas pendientes de cada corredor».

El hecho de ser más joven incluso que muchos ciclistas que prepara no es para él una dificultad porque «tengo mucho que aportar y a la vez mucho que aprender». 

Del ciclismo actual opina que «están surgiendo jóvenes talentos que pasan directamente de juveniles a profesionales y eso tiene inconvenientes. Es algo que se venía haciendo en otros países y que en España también se está copiando. En mi época se respetaban mucho más todas las etapas de crecimiento y eso ha permitido que los ciclistas tengan una carrera mucho más longeva. Ahora se exige mucho desde muy jóvenes y es difícil que den ese salto a profesionales de forma natural. Yo por eso insisto mucho en categorías inferiores que continúen estudiando».

Debido a la pandemia lleva más de un año sin volver a Puertollano, aunque mantiene el contacto con muchos deportistas y ha participado en pruebas de bicicleta de montaña y carreras de trail. Ahora su misión está al otro lado y en el seno de una estructura de primer nivel que le está permitiendo continuar trabajando vinculado a su gran pasión, el ciclismo.